La ampliación del metro de Belo Horizonte, con una inversión de R$ 3,2 mil millones, promete mejorar la movilidad urbana y generar empleo. Sin embargo, las familias de las zonas afectadas enfrentan incertidumbre sobre la compensación y el reasentamiento, lo que genera críticas al proceso de expulsión.
Después de décadas de espera, el obras de ampliación del metro en Belo Horizonte, con la promesa de revolucionar la movilidad en la ciudad y generar una ola de nuevos empleos, finalmente comenzaron.
La población, sin embargo, se encuentra en una mezcla de alivio y aprensión, no sólo por el impacto positivo que traerá el proyecto, sino también por la dura realidad que muchos enfrentarán.
A medida que avancen las vías, se derribarán casas, se trasladarán familias y las promesas de un reasentamiento digno seguirán flotando en el aire como una incógnita. Las cifras millonarias parecen impresionantes, pero el verdadero precio a pagar por la ampliación tal vez no esté en el presupuesto oficial.
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Inversiones multimillonarias y planes ambiciosos
El proyecto de ampliación del metro de Belo Horizonte, iniciado en septiembre de 2024, promete transformar la movilidad urbana con la construcción de la línea 2, que tendrá 10 kilómetros de largo y pasará por siete nuevas estaciones, entre ellas Barreiro y Vista Alegre.
¿Cómo R $ 3,2 mil millones En cuanto a inversiones, el proyecto debería estar finalizado en 2028 y también prevé importantes mejoras en la línea 1, que ganará una nueva estación y ampliará su longitud.
Según el secretario de Estado de Infraestructura, Pedro Bruno Barros de Souza, la obra es fundamental para la Región Metropolitana, que enfrenta problemas crónicos de tránsito y sobrecarga en el transporte público.
A pesar de las promesas, el proceso de expansión no es sólo un progreso. Para que las vías avancen, será necesario sacar a cientos de familias de sus hogares, principalmente en los barrios de Nova Gameleira y Vista Alegre, lo que generó intensas reacciones e interrogantes sobre el futuro de estas personas.
Compensaciones cuestionables e inseguridades jurídicas
Mientras las máquinas funcionan a gran velocidad, los habitantes de la zona donde se construirá la línea 2 se enfrentan a un dilema.
A muchos se les está notificando que tendrán que abandonar sus hogares, con la promesa de una compensación que, según ellos, es insuficiente para garantizar un reasentamiento digno.
R $ 28,7 millones fueron destinados a estas compensaciones, monto que, según la diputada Bella Gonçalves, se traduciría sólo en R$ 86 mil por familia. “Esta cantidad apenas alcanza para comprar una casa en las mismas condiciones”, advirtió el parlamentario.
Los valores bajos son sólo parte del problema. Según la defensora pública Cleide Aparecida Nepomuceno, muchas de estas familias ocupan tierras de manera irregular, lo que empeora la situación.
“La indemnización sólo cubre mejoras y no garantiza el derecho a la posesión del terreno, lo que viola la Ley Federal 14.620, de 2023”, explicó. Esto pone en riesgo el derecho a la vivienda, generando incertidumbre sobre la seguridad jurídica del proceso.
MetrôBH intenta calmar los ánimos
En una audiencia pública celebrada en septiembre de 2024, representantes de Metrô BH, empresa responsable del proyecto, intentaron tranquilizar a la población.
Según el abogado Víctor Marcondes de Albuquerque Lima, el proceso de destitución se llevará a cabo con respeto y dignidad.
“No dejaremos a nadie en la calle de manera indigna. Garantizamos que todos los derechos serán respetados”, afirmó Lima, al responder a las acusaciones de falta de transparencia y diálogo con las familias afectadas.
Izabel Loureiro, consultora de responsabilidad social de MetrôBH, también reforzó que la empresa está comprometida con minimizar los impactos sociales de las obras.
Se realizaron reuniones con los vecinos y se abrieron canales de comunicación para aclarar dudas. “Creamos dos puntos de atención presencial para los vecinos más afectados. Queremos que el proceso sea transparente”, dijo Izabel.
Plan de retirada y plazos para 2025
Según MetrôBH, el plan de desalojo ya ha sido elaborado y prevé que el proceso de desalojo se llevará a cabo a lo largo de 2025, con la demolición de las viviendas y el pago de las indemnizaciones de forma paulatina.
La consultora Izabel Cristina Loureiro afirmó que la empresa sigue estrictamente las normas técnicas de la Asociación Brasileña de Normas Técnicas (ABNT) y utiliza métodos que garantizan evaluaciones justas de las edificaciones. Sin embargo, el apretado calendario y la falta de diálogo con algunos residentes plantean preocupaciones sobre la eficiencia de este proceso.
Ampliación de la Línea 2: el lado prometedor
Aunque los desafíos sociales y legales son evidentes, la ampliación del metro de Belo Horizonte es vista como un avance necesario para la infraestructura de la ciudad.
La Línea 2 debería integrar regiones menos atendidas por transporte público, conectando áreas estratégicas de la ciudad, como Barreiro y Amazonas.
Además, la previsión de nuevos empleos directos e indirectos generada por la obra es una esperanza para muchos, en un momento de recuperación económica.
Según expertos en movilidad urbana, esta obra puede reducir drásticamente el tiempo de viaje entre las zonas periféricas y el centro de Belo Horizonte, aliviando el tráfico y mejorando la calidad de vida de miles de personas que dependen cada día del transporte público.
El futuro de la movilidad en Belo Horizonte
Con las obras en pleno desarrollo, el futuro de la movilidad en Belo Horizonte parece prometedor. Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿el progreso irá acompañado de justicia para todos o las familias afectadas por las expropiaciones seguirán quedando fuera del desarrollo?
¿Es el precio del progreso demasiado alto para las familias que serán expulsadas de sus hogares? ¿Cómo podemos garantizar que estos residentes no sean olvidados en el proceso de modernización de la ciudad?