En el mercado de los automóviles de alta tecnología, elija un procesador potente: esencial para una navegación ágil, una respuesta rápida de los sensores y una interfaz impecable
Antes sólo era necesario prestar atención al motor del coche. Ahora, un procesador potente ya no es un lujo, sino una necesidad para proporcionar una experiencia de conducción superior.
Hace unos años, a los compradores de coches sólo les preocupaba la parte mecánica. Sin embargo, hoy en día, una interfaz lenta o una pantalla que tarda en responder pueden arruinar la experiencia de usuario en un vehículo de 30 euros. Por eso, ahora es fundamental tener en cuenta el procesador, del mismo modo que a la hora de adquirir un ordenador.
Pasamos más tiempo interactuando con las pantallas y los sistemas digitales del coche que aprovechando al máximo su motor. Un procesador de baja calidad puede poner a prueba nuestra paciencia en cada viaje. Incluso los puntos de referencia de Android se están abriendo camino en los automóviles para medir su rendimiento digital.
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Este tipo de función avanzada depende directamente de la capacidad de procesamiento del coche. La calidad del procesador afecta tanto a la respuesta de la pantalla como a la eficiencia de los sistemas de voz.
Cómo afecta el procesador a la experiencia de conducción
El procesador de un coche moderno afecta a:
- La velocidad de respuesta de la pantalla táctil.
- La fluidez del sistema de navegación.
- El tiempo de arranque del sistema.
- La capacidad de ejecutar múltiples aplicaciones al mismo tiempo.
- La velocidad de respuesta de cámaras y sensores.
- La calidad de la interfaz de usuario.
Hay coches con buenos motores y acabados aceptables que acaban perjudicados por interfaces lentas o sistemas que se congelan. En muchos casos, la raíz de estos problemas está en el procesador, que acaba convirtiéndose en el talón de Aquiles del vehículo.
Los fabricantes han aprendido la lección y el reciente lanzamiento del Snapdragon 8 Elite junto a las nuevas plataformas automotrices de Qualcomm refleja esta realidad: los chips potentes ya no son exclusivos de los teléfonos móviles y los ordenadores, sino también de los coches.
Qué considerar al comprar un auto nuevo
A la hora de comprar un coche, ahora es imprescindible hacerse preguntas que antes se limitaban a los dispositivos electrónicos, como la capacidad del procesador, la generación a la que pertenece, la cantidad de RAM del sistema de infoentretenimiento, la posibilidad de actualizar el software. y la fluidez de la interfaz en una prueba real. También es útil conocer las experiencias de otros usuarios sobre la respuesta del sistema.
No se trata sólo de tener pantallas atractivas, sino de tener un potente procesador que evite retrasos en la respuesta de la cámara al aparcar, en la generación de rutas del sistema de navegación o al utilizar Android Auto o Apple CarPlay sin accidentes.
Ahora, una demostración completa y realista del sistema de infoentretenimiento se ha convertido en una tarea imprescindible antes de decidirse por un coche. Se recomienda probar todas las funciones, abrir y cerrar aplicaciones y comprobar la respuesta de las cámaras para garantizar una experiencia de conducción satisfactoria.
Tener un procesador potente en su automóvil ya no es un lujo, sino una necesidad para brindar una experiencia de conducción digna.