¿Y si las cáscaras de tamarindo pudieran generar energía? Créame, esto es posible gracias a los estudios de científicos de Singapur, quienes lograron demostrar que las cáscaras de la fruta se pueden usar para producir baterías para autos eléctricos.
Científicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur, lograron probar la posibilidad de transformar la cáscara de tamarindo, que es un gran antioxidante, antiinflamatorio y rico en vitaminas A, C y E, en baterías para autos eléctricos. Cuando se procesan, las capas, ricas en carbono, se convierten en nanoláminas de carbono que se pueden utilizar en la fabricación de supercondensadores, que la industria utiliza para construir celdas de almacenamiento de electricidad.
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Habla líder del estudio con tamarindo para autos eléctricos
Según Steve Cuong Dang, profesor de ingeniería eléctrica que dirigió el estudio, se encontró que el desempeño de las nanoláminas a partir de cáscaras de frutas se puede comparar con las fabricadas de forma industrial, con estructura porosa y propiedades electroquímicas.
Las cáscaras de tamarindo a menudo se desechan durante el proceso de fabricación de alimentos y debido a que son voluminosas y difíciles de almacenar, ocupan mucho espacio en los vertederos.
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Además de encontrar una nueva forma de almacenamiento de energía para las baterías de los automóviles eléctricos, los investigadores estiman que expandir el uso de nanoláminas de carbono podría reducir el impacto ambiental causado por la eliminación de las cáscaras como subproducto de los procesos de fabricación de alimentos.
Comprender el proceso de creación de nanoláminas para baterías de automóviles eléctricos
Para crear las nanoláminas, los científicos lavaron y secaron las cáscaras a una temperatura de 100 ºC durante aproximadamente seis horas. Sin presencia de agua, se molían y convertían en polvo, que luego se horneaba en un horno durante dos horas y media a unos 800º C.
En este proceso, se elimina el oxígeno y los investigadores pudieron convertir el material en finas láminas de carbono. Como las cáscaras de tamarindo son porosas y ricas en este elemento por naturaleza, se vuelven ideales para fabricar baterías para autos eléctricos.
Nanoláminas de carbono y baterías de corteza de tamarindo
Las nanoláminas de carbono están compuestas por átomos de carbono dispuestos en hexágonos interconectados, como un panal, por ejemplo. El secreto detrás de sus capacidades de almacenamiento de energía radica en su estructura porosa.
La idea de los investigadores ahora es ampliar los estudios para que aumente la producción de nanohojas utilizando cáscaras de tamarindo. El plan es establecer una sociedad con los productores agrícolas y también reducir la energía requerida en el proceso de fabricación, haciendo que el proyecto sea más ecológico.
Los investigadores también tienen la intención, en el futuro, de explorar otros tipos de cáscaras de frutas para construir dispositivos de almacenamiento de energía más eficientes y económicos.