Los precios de los combustibles se convirtieron en el primer gran impasse del tercer mandato de Luiz Inácio Lula da Silva (PT).
Los problemas no resueltos del precio del combustible incluyen el futuro de los impuestos sobre la gasolina y el etanol, que Jair Bolsonaro (PL) redujo en 2022 durante su campaña de reelección, con el nuevo gobierno manteniendo sus exenciones por 60 días: la política de precios de Petrobras y la venta de refinerías estatales.
Cómo se hará esto depende del acuerdo entre la empresa y el Cade (Consejo Directivo de Defensa Económica, organismo encargado de la defensa de la libre competencia). Los mercados financieros y el sector energético esperan con aprensión estas definiciones del precio de los combustibles, dado el historial de control de precios en el gobierno de Dilma Rousseff y las visiones estatistas del Partido de los Trabajadores, vinculado a la industria petrolera.
Para el público en general, el tema también es delicado por el impacto relativo de los precios de los combustibles en la inflación: el diésel afecta el costo del transporte público y de varias cadenas productivas por el costo del flete, mientras que la gasolina y el etanol también son importantes en términos de transporte privado. uso El coche está en el bolsillo de la familia, excepto el conductor autónomo.
- ¿Fin del petróleo? ¡Qué nada! Petrobras aumenta la vida útil de su primera gran plataforma presalina
- Impactos del gobierno Trump en el valor del dólar: ¿Qué esperar para 2025 y cómo afecta esto a Brasil?
- 'Stop hacking': Minera promueve despidos masivos, recorta MÁS del 60% de su plantilla y sufre protestas:
- ¡Esté atento! Ingresos Federales advierte sobre uso de Pix y tarjetas de crédito; entender
Gestión de TP y precios de combustible
Fernando Haddad, el ministro de Hacienda elegido con la ardua tarea de reequilibrar las cuentas públicas de Brasil, pidió en diciembre al gobierno de Bolsonaro que no extendiera la exención del impuesto a los combustibles. Sin embargo, la filiación política del nuevo gobierno considera que un alza en los precios de los combustibles a principios de mandato será una desventaja.
Haddad fue vetado y el gobierno Calamar extendió por 60 días la exención de impuestos federales para el alcohol y la gasolina, y para el diésel, el biodiésel, el gas natural y el gas de cocina hasta el 31 de diciembre de 2023. La derrota de Haddad en esta disputa suscitó preocupaciones sobre la salud de las cuentas públicas y planteó dudas sobre su capacidad para hacer los ajustes fiscales necesarios para estabilizar la trayectoria de la deuda brasileña.
Además, el mercado espera que este recorte de impuestos se revierta en algún momento en el futuro. Así, con la extensión de la exención, el gobierno garantiza una inflación más baja en el corto plazo, pero puede terminar generando una inflación más alta en el futuro.
El tercer mandato de Lula aún tiene muchas preguntas sin respuesta para el mercado de combustibles luego de extender las exenciones para gasolina y etanol hasta febrero y para diesel y gas de cocina hasta diciembre para ganar tiempo.
El primero es el futuro de los impuestos federales sobre la gasolina y el etanol después del 28 de febrero. Otra interrogante es si la gasolina perderá su carácter esencial, lo que podría aumentar el ICMS que cobran los estados a los combustibles. Una tercera incógnita es la política de precios de Petrobras, que sólo será definida cuando el senador Jean Paul Prates (PT) asuma la presidencia de la empresa.