Los volcanes no sólo son fuerzas destructivas de la naturaleza, sino también bóvedas subterráneas llenas de minerales esenciales. Los científicos han descubierto que los volcanes antiguos podrían indicar dónde encontrar tierras raras, metales esenciales para la producción de productos electrónicos, vehículos eléctricos y tecnologías de energía renovable.
En Australia, a unos 400 kilómetros de Sydney, hay un lugar increíble llamado Toongi Deposit. Este lugar, aparecido hace unos 215 millones de años, esconde un auténtico tesoro subterráneo: tierras raras. ¿Y por qué es esto tan importante? Bueno, estos minerales están en prácticamente todo lo que usamos a diario, desde paneles solares hasta teléfonos celulares y autos eléctricos.
Dado que la demanda de estos minerales está en aumento, los científicos se centran cada vez más en comprender cómo se forman estos depósitos. Y la respuesta puede estar en los cristales que dejan los volcanes.
El papel de los volcanes en la formación de tierras raras
Todo comienza ahí abajo, en el manto de la Tierra. Cuando esta capa, rica en hierro y magnesio, se derrite parcialmente, libera minerales valiosos. Este magma, cargado de tierras raras, asciende lentamente hacia la corteza.
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A lo largo del camino se enfría y forma nuevos minerales, separándose del líquido restante. Con esto, el magma que continúa Tu viaje se vuelve aún más rico En tierras raras, una verdadera fiesta geológica para la tecnología moderna.
Según la Región de Águeda, no todos los volcanes pueden producir depósitos rentables de tierras raras. El secreto está en el tipo de enfriamiento y la composición del magma. Un ejemplo famoso de esto es el Complejo Ígneo de Gardar en Groenlandia, conocido por sus altos niveles de estos preciosos minerales. Lo mismo ocurrió en Australia, donde se formó el depósito de Toongi gracias al mismo proceso geológico.
Pero mira, encontrar lugares de minería viables no es fácil. Los magmas ricos en tierras raras son bastante raros, y aquellos con concentraciones lo suficientemente altas como para que valga la pena extraerlos son aún más difíciles de encontrar.
Los cristales como mensajeros del pasado geológico
Ahora bien, ¿cómo descubren los científicos estas cosas? La respuesta está en los cristales, especialmente en el clinopiroxeno. Este mineral funciona como una “caja negra” geológica, registrando los acontecimientos que ocurrieron dentro de la Tierra.
En el depósito de Toongi, los investigadores encontraron cristales de clinopiroxeno con una forma curiosa, parecida a un reloj de arena. Esto indica que se formaron muy rápidamente, debido a la liberación de gases durante el enfriamiento del magma.
Este balcón Es muy importante porque ayuda. para diferenciar las rocas comunes de aquellas con alto contenido de tierras raras. Al comparar cristales de diferentes volcanes, los científicos pueden identificar patrones y predecir dónde podrían estar escondidos nuevos depósitos.
El futuro de la minería y la energía verde
Si hay algo que es seguro es que la transición hacia la energía renovable necesita tierras raras. Y al comprender mejor cómo se forman estos depósitos, podremos explotar estos recursos de manera más eficiente e incluso sostenible.
Si podemos diversificar las ubicaciones de las minas, podemos evitar que unos pocos países controlen el suministro global de estos minerales. Esto no sólo ayuda a equilibrar el mercado, sino que también garantiza que tengamos suficientes tierras raras para seguir innovando tecnológicamente. Sin miedo a la escasez.
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