La minería ilegal en la Amazonía ha llevado a las empresas mineras de la región a solicitar ayuda a varios organismos, incluidos los internacionales. El pedido se hizo a algunos países de Europa para garantizar más seguridad y valorización de la zona.
Las empresas mineras brasileñas están pidiendo ayuda a los países europeos debido a la minería ilegal que se está produciendo en la región amazónica. De acuerdo con las solicitudes enviadas, el objetivo El objetivo principal es garantizar una mayor legalidad en el área de trabajo y, además de ello, lograr que sean debidamente sancionadas las infracciones anteriores cometidas, así como las posibles ilegalidades que se sigan produciendo a partir de ahora.
Las ilegalidades perjudican a Brasil, pero las entidades mineras también exigen la posición de otros países para ayudar a promover una fiscalización más eficaz, uniéndose contra la minería ilegal en la Amazonía
La compra de metal por parte de países extranjeros preocupa a los mineros de la región amazónica.
Debido a la minería ilegal, la búsqueda de una certificación más intensa ha sido el pedido de los trabajadores de la región en su pedido de ayuda enviado a los países europeos.
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Según Raúl Jungmann, director general de IBRAM, el Instituto Brasileño de Minería, ya discutió el asunto con algunos autoridades del área.
Este es el caso de Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, quien recientemente visitó Brasil, así como de Itamaraty, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil.
Para Jungmann: “No podemos mirar solo a Brasil. Los que importan también son parte de esta cadena que destruye la Amazonía”.
Para el director presidente, es necesario que estos países refuercen sus métodos de fiscalización para que haya un mejor control de origen en relación a lo que se lleva de Brasil a sus fronteras.
El análisis apunta que el oro brasileño fue exportado con altos niveles de ilegalidad. La solicitud de ayuda es para que se puedan evitar situaciones como esta.
El Instituto Escolhas es una organización con un fuerte enfoque en la defensa de la sustentabilidad y, según informe difundido, se percibió que el oro brasileño exportado entre 2015 y 2020 presentó indicadores preocupantes.
La mitad del material analizado tenía indicios de ilegalidad, fuente de minería forzada en la Amazonía.
La minería desenfrenada, además de afectar fuertemente el medio ambiente, también afecta la calidad de vida de los habitantes de la región, como los grupos indígenas que tienen una fuerte relación con la naturaleza.
Recientemente, el tema ha cobrado gran protagonismo en el medios brasileños debido a los informes sobre las condiciones de vida que enfrenta la población yanomami.
Según las imágenes y videos difundidos a los principales medios de comunicación, las personas llevaban mucho tiempo pasando hambre, lo que los llevó a un estado de desnutrición, incluidos los ancianos y los niños.
Entre las consecuencias identificadas como causantes del sistema de calamidades, se destaca fuertemente la fiebre del oro en la región.
Para combatir las prácticas delictivas, una de las posibilidades ha sido desarrollar una especie de código para el oro brasileño.
A partir de eso, solo se podría comprar el producto original, sin posibilidad de eludir algo que estaría cerca del ADN del material.
Aún así, para Jungmann, todavía es necesario pensar en formas de castigar y combatir a los garimpeiros.
En su opinión, las Fuerzas Armadas, que tienen asociación directa con el gobierno federal, deben utilizarse para evitar deliberadamente que continúe el crimen.
En su discurso afirma: “Un frente es bloquear el acceso de los buscadores al mercado, pero no podemos renunciar a la represión de la actividad”, justificó.
El pedido de ayuda de empresas mineras, enviado a países europeos, es contra la minería ilegal en la Amazonía y las consecuencias que deja, como el debilitamiento del suelo y la intromisión en la vida de los pueblos originarios. Aún no se han dado a conocer iniciativas para combatir el crimen.