El puente de 1.727 metros sobre la BR-153, construido por R$ 233 millones, se convierte en un ejemplo de despilfarro público en Brasil: obra terminada, pero sin acceso, queda sin uso y causa indignación.
Está listo un imponente puente, de 1.727 metros de longitud, sobre el río Araguaia, que conecta los municipios de São Geraldo do Araguaia (PA) y Xambioá (TO) por la carretera BR-153. Sin embargo, esta obra, que costó a las arcas públicas 233 millones de reales, sigue inutilizable debido a la falta de acceso. La promesa del Gobierno de un enlace esencial para el transporte y la economía de la región está paralizada por falta de planificación y obstáculos burocráticos. Verificar la posición del DNIT respecto al puente inutilizable.
Un puente sin camino
O Departamento Nacional de Infraestructura de Transporte (DNIT) afirma que la construcción del puente se encuentra en un 99% de avance, restando solo el pavimento asfáltico y la señalización. ¿El problema? Los accesos, tanto del lado de Pará como de Tocantins, tienen sólo el 2,2% de las obras ejecutadas. Los residentes de la región ven la imponente estructura, pero no tienen forma de utilizarla.
Esta situación se viene dando desde hace años. La orden de servicio se firmó en 2017, pero los trabajos no comenzaron hasta 2020 debido a disputas legales. Desde entonces, los plazos anunciados por el gobierno se han pospuesto constantemente.
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Inversiones crecientes y promesas incumplidas en la carretera por parte del Gobierno
Desde que comenzó la construcción, los costos han aumentado significativamente. En julio de 2024, la inversión acumulada fue de R$ 215 millones. Sólo un mes después, el valor alcanzó R $ 233 millones, un aumento de R$ 485 mil por día en promedio. A pesar de los gastos, se siguen incumpliendo los plazos.
Las promesas recientes indicaron que el puente se abriría al tráfico en Noviembre 2024 a través de una rampa temporal. Sin embargo, esta predicción no se hizo realidad. Ahora, el DNIT plantea que las expropiaciones de terrenos para acceso sólo deben resolverse hasta Marzo de 2025, retrasando aún más su finalización.
Quién es responsable y principales impactos generados
La responsabilidad del puente se dividió entre dos contratos: uno para la construcción de la estructura de hormigón armado, liderado por un consorcio de empresas, y otro para el acceso y la iluminación, bajo la dirección de Teto Construtora SA. Esta separación puede haber contribuido a la Falta de coordinación entre las etapas del proyecto..
Los expertos cuestionan esta estrategia. Según un ingeniero consultado por el informe, “un único consorcio debería encargarse de toda la obra, desde el puente hasta los accesos. Esto evitaría retrasos y problemas de integración entre las diferentes partes del proyecto”.
Mientras el puente no esté abierto, los residentes y transportistas seguirán dependiendo de los ferries para cruzar el río Araguaia. Este método, además de costoso, consume más tiempo y es menos eficiente. Un habitante de la región dijo: “Pagamos el cruce y esperamos un puente que prometieron sin peaje. Sólo lo creo al verlo”.
El puente es crucial para el flujo de productos agrícolas y otros bienes entre Pará y Tocantins, y promete reducir los costos logísticos e impulsar la economía local. El retraso en la finalización de la obra representa una oportunidad perdida para el desarrollo regional.
La falta de planificación en Brasil
La situación del puente sobre la BR-153 ilustra un problema recurrente en los grandes proyectos en Brasil: la falta de planificación integrada. Rodolfo Rizzotto, de SOS Estradas, comparó el caso con la construcción de un edificio sin entrada. “Tienes un edificio hermoso, pero nadie puede entrar porque no hay autorización para construir la entrada. Para un puente de 1,7 kilómetros se necesitan siete años y tres gobiernos diferentes”, criticó.
También destacó la disparidad respecto a otros países. “Mientras Brasil tarda años en completar un puente, India construyó una carretera de 1.300 kilómetros con múltiples carriles, puentes y viaductos en sólo cinco años”.
¿Qué se puede hacer?
El DNIT afirmó que trabaja para resolver las expropiaciones necesarias y que las lluvias también dificultan el avance de las obras. Sin embargo, la falta de plazos claros y fiables genera desconfianza entre los vecinos y usuarios de las autopistas.
Para evitar que situaciones como ésta se repitan, Los expertos abogan por una mayor integración. entre las etapas de planificación y ejecución de las obras, además de la transparencia en cronogramas y costos. “Brasil tiene prisa por concluir las obras, pero no logra concluir ni siquiera las que están casi terminadas”, destacó Rizzotto.
¡¡Oh!! EL DENIT. Siempre DENEGADO. En la BR 381 en Minas hacia Ipatinga tenemos viaductos de doble carril que están listos desde hace años y que no llevan a ninguna parte. ¡No más túneles con vacaciones de primavera en la entrada y salida! Un escándalo. ¡¡Así toca la banda en nuestro sufrido Brasil!!
Absurdo, pasé por este puente hace días. E increíble. Y mire, están construyendo otro en Marabá.
El (des)gobierno central, en esta trama, se llama Bolsonaro, que nunca se ha preocupado por cuestiones legales. Dejo PEPiNO para octubre.