El recién nombrado presidente de Brasil recurrió a Twitter para anunciar planes para privatizar 12 aeropuertos y 4 puertos marítimos.

El nacionalista de derecha Jair Bolsonaro asumió el cargo de presidente de Brasil el martes y prometió en su discurso inaugural "crear un nuevo ciclo virtuoso para abrir los mercados" y "llevar a cabo importantes reformas estructurales". La campaña electoral de Bolsonaro incluyó promesas de hacer la transición de partes de la economía brasileña de empresas estatales a más operaciones del sector privado, y un tuit del jueves pareció "subrayar un compromiso con esa ideología".

Atraeremos rápidamente inversiones iniciales de alrededor de R$ 7 mil millones, con concesiones ferroviarias, 12 aeropuertos y 4 terminales portuarias. Con la confianza de los inversionistas en condiciones favorables para la población, rescataremos el desarrollo inicial de la infraestructura de Brasil.

- Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) 3 enero 2019

El Presidente manifestó que el La privatización de aeropuertos y puertos generaría inversiones iniciales de 7 millones de reales (1,85 millones de dólares).

Antes de su toma de posesión, el nuevo líder criticó que la economía de Brasil está agobiada por "cientos de órganos de gobierno burocráticos", y afirmó que su gobierno apuntará a "desenredar el lío".

Se espera que la "venta masiva" del estado ayude a recaudar más de 250 millones de reales en activos potencialmente listos para ingresar al bloque.

A La tasa de desempleo de Brasil cayó al 11,6% en los tres meses hasta noviembre de 2018 desde el 12,1% en los tres meses hasta agosto. Es la tasa de desempleo más baja desde los tres meses hasta julio de 2016, pero sigue estando muy por encima del mínimo histórico del 6,2 % en diciembre de 2013.

Brasil registró un déficit presupuestario del gobierno equivalente al 7,8% del Producto Interno Bruto (PIB) del país en 2017 y la reducción de la deuda pública se considera otro de los mayores desafíos de Bolsonaro.

Una prueba clave será si el nuevo presidente puede obtener suficiente apoyo político para emprender la reforma de las enormes obligaciones de pensiones del gobierno brasileño.

Bolsonaro, de 63 años, es el primer presidente de extrema derecha de Brasil desde que el país terminó con una dictadura militar en 1985. Uno de cada tres miembros de su gabinete son ex oficiales del ejército. Los expertos pronostican que en el primer mandato de Bolsonaro, más de 180 mil millones de dólares en inversiones ingresarán a la caja del país, como se puede ver en el artículo oficial aquí.