Durante la Expoagro Afubra 2025, estudiantes de varias ciudades de Rio Grande do Sul participaron de otra edición del Campeonato de Robótica Green is Life – Etapa Regional.
El evento tuvo lugar en Espacio de Innovación Agropecuaria y promovió una integración esencial entre educación, tecnología y sostenibilidad.
Además, el concurso atrajo a estudiantes de escuelas públicas y privadas de Santa Cruz do Sul, Venancio Aires, Sobradinho, Arroyo Tigre, Cascada Sur, Candelaria y Agudo.
Con ello, las pruebas prácticas estimularon habilidades como programación, electrónica, mecánica y trabajo en equipo.
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Las pruebas prácticas valoran los conocimientos aplicados
Los equipos participantes se enfrentaron cinco desafíos distintos, Con un máximo de 300 segundos por ronda para llevar a cabo sus misiones.
Por lo tanto, los robots necesitaban realizar tareas como: recoger leche, desechos y objetos agrícolas, simulando situaciones comunes en la agricultura familiar cotidiana.
Además de las etapas tradicionales, el campeonato incluyó una batalla de robots, prevista para el jueves del evento.
En este desafío, el objetivo era empujar al robot oponente fuera de la arena, lo que requirió fuerza, estrategia y agilidad por parte de los competidores.
Según la coordinadora pedagógica del proyecto Verde é Vida, Profesor José León Macedo Fernandes, el campeonato valora la aplicación práctica de los contenidos escolares.
Según destacó, el evento hace más significativo el aprendizaje al conectar la teoría con la realidad del campo y la innovación.
Los jóvenes ya están planeando carreras en tecnología
Entre los participantes, el estudiante Bernardo Pleentz, de 13 años, representó a la Emef Vidal de Negreiros, de Santa Cruz do Sul.
Según él, la robótica amplió su interés por la tecnología.
Por eso, Bernardo quiere seguir una carrera como programador, estudiando Ingeniería de software.
Además, destacó que las clases extraescolares, tres veces por semana, lo prepararon para los retos de la competencia.
De esta forma, evento reforzó su motivación para profundizar sus conocimientos y buscar nuevas experiencias.
Otro participante entusiasta fue Laura Cámara Marari, 12 años, estudiante en Colegio Marista de San Luis.
Aunque está en séptimo grado, Laura ha estado estudiando robótica desde los primeros años de la escuela primaria.
Según ella, la robótica es más que una actividad escolar: es una pasión que inspira sueños futuros.
La robótica como herramienta de aprendizaje activo
Según el maestro Fabricio José Noronha, responsable del proyecto de robótica del Colégio Marista São Luís, la enseñanza de la materia impacta directamente en el desempeño de los estudiantes. matemáticas, física e ingeniería.
Además, refuerza que la robótica promueve creatividad, autonomía, cooperación y pensamiento crítico.
Por eso, acercar a los estudiantes a un entorno real como Expoagro les permite: poner en práctica los conocimientos adquiridos en el aula.
Con esto, el evento amplía la visión de los estudiantes y los acerca a áreas con gran potencial de crecimiento profesional y social.
Según Noronha, experiencias como ésta demuestran cómo la robótica puede funcionar como un puente entre la educación tradicional y las demandas de un mercado cada vez más tecnológico y dinámico.