El consumo de los hogares, principal responsable del PIB (Producto Interno Bruto) brasileño, cerró 2022 con un vigoroso crecimiento acumulado del 4,3%. Esta noticia fue divulgada por el IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística) el jueves.
O consumo doméstico es el motor detrás del crecimiento del PIB, representando aproximadamente el 60% de la demanda total. A reapertura de la economía en 2022 contribuyó a estimular el gasto familiar en diversos servicios, como restaurantes, hoteles, transporte y pequeños comercios.
Con esto, el nivel de consumo doméstico se intensificó a un ritmo casi frenético, como si fuera un trineo deslizándose montaña abajo. El sector servicios jugó un papel fundamental en esta vertiginosa mejora de los índices de la PIB brasileño.
Se empeña la recuperación económica para que las familias puedan recuperar la normalidad en sus vidas. En definitiva, los resultados muestran con certeza que el año 2022 trajo viento positivo para todos aquellos que confiaron en el Economía brasileña.
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El consumo en Brasil aumentó el año pasado, debido a la reacción del mercado laboral y las estrategias adoptadas por los Gobierno de Bolsonaro, como la ayuda a Brasil y los recortes de impuestos. Sin embargo, las altas tasas de interés, la inflación presionada y el alto endeudamiento fueron factores que limitaron una mayor recuperación.
El IBGE reveló este jueves que las inversiones productivas en la economía brasileña subieron un 0,9% en 2022, del 18,9% al 18,8%, mientras que la tasa de ahorro cayó del 17,4% al 15,9%. A Formación del PIB también fue influenciado por las exportaciones (aumento del 5,5%), las importaciones (aumento del 0,8%) y el consumo del gobierno (aumento del 1,5%).
Como resultado, el escenario general se ha vuelto gradualmente más positivo para el país. Las medidas adoptadas fueron decisivas para tan prometedor resultado: sirvieron como un verdadero faro que guió al barco brasileño a través de la tormenta de la crisis. Así, fue posible observar que las inversiones siguieron la tendencia alcista de esperanza de los brasileños por días mejores. La recuperación exitosa de la predicción de días llenos de luz y calor para el futuro cercano.
En el último trimestre del año pasado, el PIB brasileño mostró estabilidad estadística, con variaciones de hasta el 0,5%, según datos del IBGE.
Sin embargo, tres componentes de esta cuenta apuntaron resultados diferentes: inversiones (-1,1%), exportaciones (+3,5%) e importaciones (-1,9%). En agricultura, hubo un tímido crecimiento del 0,3% mientras que la industria general sufrió una paulatina caída del 0,3%.
En los servicios hubo un ligero aumento del 0,2%. Según la coordinadora de Cuentas Nacionales del IBGE Rebeca Palis, “las inversiones fueron particularmente afectadas por la industria manufacturera [-1,4%]. En Industria, los únicos incrementos se dan en Industrias Extractivas por la extracción de petróleo”.
De los segmentos de Servicios, se destacaron Información y Comunicación (1,8%), Otras Actividades de Servicios (0,9%) y Actividades Financieras. Por su parte, Comercio y Administraciones Públicas registran descensos del -0,9% y -0,5% respectivamente. Por lo tanto, es posible afirmar que el cuarto trimestre del año pasado estuvo marcado por un suave aumento en servicios y agricultura y una recesión esperada en la industria.