Detrás de cada gran caída, existe la posibilidad de un nuevo comienzo. Y nadie encarna mejor esta realidad que Eike Batista, el magnate que alguna vez fue uno de los hombres más ricos del mundo y vio desintegrarse su imperio.
¡Ahora después de casi hundirse en el mercado petróleo y enfrentan serios problemas legales, Eike Batista propone un nuevo y ambicioso apuesta: transformar la agroindustria brasileña con supercaña de azúcar capaz de revolucionar la producción de etanol e incluso sustituir el plástico.
El resurgimiento de la agroindustria
Eike Batista, que alguna vez estuvo entre las mayores fortunas mundiales, con activos valorados en miles de millones de dólares, vio cómo su carrera se hundía en el caos con el colapso de su compañía petrolera OGX y una serie de fracasos posteriores en otros negocios.
En 2013, OGX abandonó sus operaciones en la Cuenca de Campos, marcando el inicio de una decadencia que resultó en la pérdida casi total de su fortuna.
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En 2022, la Hacienda Federal estimó que su patrimonio se había reducido a unos 8,2 millones de reales. Incluso después del colapso financiero y las detenciones relacionadas con la Operación Lava Jato, Eike no se rindió.
Ahora resurge en el escenario nacional, pero en un sector diferente: la agroindustria. Durante una entrevista con el podcast Market Makers, Batista reveló que está invirtiendo en una nueva variedad de caña de azúcar que puede triplicar la producción de etanol por hectárea.
Según el empresario, Esta “súper caña de azúcar” también puede producir hasta 12 veces más biomasa, lo que promete revolucionar el mercado de energías renovables en Brasil.
La promesa de una revolución agrícola
Brasil es desde hace años el mayor productor mundial de caña de azúcar, con una superficie cultivada de más de 9,75 millones de hectáreas.
La producción anual supera los 578 millones de toneladas, colocando al país como líder mundial en tecnología de producción de etanol. Batista, sin embargo, cree que aún queda mucho por hacer y que su innovación podría cambiar las reglas del juego.
Según Eike, fueron necesarios 11 años de investigaciones y estudios para llegar a esta nueva variedad de caña de azúcar.
“Estos científicos locos compraron todo el germoplasma de caña de azúcar disponible en Brasil, incluyendo muestras de otras partes del mundo, como Estados Unidos, Francia y Barbados”, afirmó Batista.
El germoplasma es un banco genético que permite la preservación y mejora de características específicas de una especie, esenciales para el desarrollo de nuevas variedades.
Un nuevo modelo de negocio
Eike Batista se muestra optimista sobre la aceptación de la nueva caña de azúcar por parte de los productores brasileños. Según él, la alta productividad de la planta la hará irresistible para los propietarios de molinos, quienes tendrán la oportunidad de sustituir sus plantaciones actuales por esta variedad más eficiente.
El modelo de negocio propuesto por Batista implica compartir las ganancias con los productores, algo que considera beneficioso para todas las partes involucradas.
“Todos los propietarios de ingenios querrán plantar nuestra súper caña de azúcar porque es tres veces más eficiente”, destaca Eike. La idea es que la empresa de Batista comparta las ganancias obtenidas por el aumento de la productividad, lo que debería incentivar la rápida adopción de esta nueva tecnología.
Reemplazo de plástico por bagazo de caña de azúcar
Además del foco en la producción de etanol, Eike Batista ve otro gran potencial en la súper caña: la sustitución del plástico por el bagazo de la planta.
Según él, el bagazo que actualmente se quema para generar energía se puede transformar en envases biodegradables, popotes y otros productos que actualmente son fabricados con plástico.
Durante la entrevista, Batista explicó que quemar bagazo a 20 dólares la tonelada es un desperdicio de potencial económico y ambiental.
“El bagazo de azúcar se utilizará para reemplazar el plástico del mundo. ¿Sabes cuánto vale una tonelada transformada en envases, en pajitas, en cosas para envasar comida rápida, delivery, etc.? De mil a 4 mil dólares”, enfatizó Batista.
Para él, Brasil debe aprovechar esta oportunidad para liderar una nueva revolución industrial verde, basada en la biomasa de la caña de azúcar.
Una apuesta arriesgada pero prometedora
Aún con todas las promesas, el proyecto de Eike Batista sigue siendo una apuesta. La historia del empresario está marcada por grandes éxitos, seguidos de abruptos descensos.
Sin embargo, su nueva incursión en la agroindustria aporta una perspectiva innovadora a un sector en el que Brasil ya tiene una posición destacada.
El futuro dirá si la “súper caña de azúcar” de Eike Batista será el próximo gran éxito de la agroindustria brasileña o si será otro capítulo de su tumultuosa historia empresarial.
Sin embargo, el propio empresario parece confiado en su nuevo proyecto, creyendo que podrá volver a transformar el mercado, como lo hizo en sus mejores momentos.
¿Podrá realmente la nueva apuesta de Eike Batista por el agronegocio transformar a Brasil en una potencia mundial en la producción de biocombustibles y materiales biodegradables, o estaremos ante otro capítulo de altibajos en la vida del empresario?
¡No sé! Ya creía en proyectos anteriores, invertí, pero mi pérdida fue aterradora. Ahora tengo un pie delante y un pie detrás con ideas infundadas. Espera y verás.
Señores del Agro, ¡vamos de a poco con el piso porque el santo es de barro! Prudencia en las inversiones propuesta por Eike!
El futuro de la agricultura pasa por la investigación y la nueva caña de azúcar podría ser un negocio prometedor.
Realmente, los que tienen caña y plantas de azúcar no necesitan autos eléctricos ni autos propulsados por combustibles fósiles... Esperemos que este proyecto funcione... Si una mayor productividad se traduce en menores precios del etanol, el proyecto seguramente tendrá éxito. ..
Vaya... estás llegando un poco tarde a este negocio... que ya está dominado por gigantes con 100 años de experiencia en el sector... ex Biagi... Ometto...