Brasil tendrá a la venta un 'espejo presal' en los próximos dos años. Ya se reconoció un área del tamaño de Uruguay

Una nueva frontera para la exploración petrolera en un área del tamaño de la capa presal está en la mira del gobierno para el sector privado. El Ministerio de Minas y Energía pretende incluir en subastas, durante los próximos dos años, bloques exploratorios en el mar más allá del límite de 200 millas náuticas (unos 370 kilómetros de la costa) establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como exclusividad económica del país área

El foco principal es la franja cercana a la capa presal. Los expertos calculan que la exploración de esta área marítima podría aumentar en un 15,9% el volumen de las reservas de petróleo y gas en Brasil, actualmente estimadas en 50 mil millones de barriles.

Los estudios están avanzados y se subastarán en 2020 o 2021, por primera vez, bloques que podrán extenderse hasta el límite de las 350 millas náuticas, a casi 650 kilómetros de la costa. El mayor potencial observado está en la franja adyacente al presal, en la Cuenca de Santos, en el Sudeste.

Especialistas y técnicos gubernamentales se han referido a esta zona como el “espejo del presal”. Esto se debe a que la región es tan rica como la capa del presal, cuyos yacimientos descubiertos en la última década ya representan el 57% de la producción de petróleo de Brasil.

El límite de 350 millas náuticas es el nuevo hito que Brasil reclama para su plataforma continental legal ante la ONU desde 2004, con el objetivo de ampliar su exploración de riquezas minerales en el mar. Quince años después, Brasil obtuvo su primera victoria hace un mes: la ONU publicó en junio en su sitio web la ampliación de los límites de la plataforma continental de 200 a 300 millas en la Región Sur.

Este reconocimiento ya corresponde a un aumento de 170 kilómetros cuadrados —equivalente al territorio de Uruguay— en el área económicamente explotable por Brasil. Aún se desconoce el potencial de esta zona, pero la señal positiva de la ONU indica que el país tiene posibilidades de éxito en las otras dos solicitudes realizadas, referentes a la costa norte y la costa sureste, donde se ubica el presal.

Son áreas ya estudiadas por la Agencia Nacional del Petróleo (ANP), por el Servicio Geológico Brasileño y por la Marina, que encontraron evidencias de reservas no sólo de petróleo, sino también de otros minerales, como cobalto y manganeso. Por eso los militares llaman a esta franja costera la Amazonía Azul.

Hay un entendimiento en el gobierno de que, luego de hacer una solicitud a la ONU para ampliar la plataforma, una nación puede ofrecer esta área a la exploración privada (restringida a la extensión del concepto geológico de margen continental) debido a un precedente abierto por Canadá. .

En un proceso similar al de Brasil, el país norteamericano otorgó a las petroleras la exploración de áreas de prospección petrolera en el rango de 200 a 350 millas náuticas de su costa, aún sin una definición definitiva por parte de la ONU. Por lo tanto, el gobierno brasileño pretende hacer lo mismo a partir de 2020.

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