Las automotrices podrán invertir en desarrollo tecnológico a razón del 2% que se pagaría sobre la importación de piezas sin equivalente en Brasil.
En Brasil, el Ministerio de Economía acaba de anunciar el inicio de operaciones de Rota 2030, el programa de incentivos fiscales del gobierno federal que sienta las bases de una política industrial en el sector del automóvil. En SP Fábrica da Toyota recibirá 1 mil millones de reales y contratará a 300 personas.
Brasil tiene la capacidad de ofrecer al mundo innovación disruptiva en el sector automotriz, evaluó el director general del Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial (SENAI), Rafael Lucchesi.
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En ceremonia en la sede de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), en São Paulo, firmó, junto al secretario especial de Productividad, Empleo y Competitividad del Ministerio de Economía, Carlos da Costa, una alianza con la gobierno federal en el que SENAI colocará su estructura de educación e Institutos de Innovación y Tecnología para aumentar la productividad de las empresas del segmento.
Uno de los pilares de Rota 2030 es invertir en innovación en la cadena de valor del sector de la automoción. La iniciativa tiene como objetivo apoyar el desarrollo tecnológico, la competitividad, la innovación, la seguridad de los vehículos, la protección del medio ambiente, la eficiencia energética y la calidad de los automóviles.
Para obtener beneficios fiscales, las empresas deben comprometerse a invertir en investigación y desarrollo de vehículos más eficientes y seguros. La previsión es que la Rota 2030 mueva alrededor de R$ 1 mil millones en los próximos cinco años.
El gobierno dejó en cero la tasa de importación de autopartes y, a cambio, las industrias depositan el 2% del valor importado en un fondo, que destinará recursos en seis programas prioritarios.
Después de competir con otras instituciones, el SENAI calificó para administrar el eje de productividad y ya está autorizado para captar R$ 40 millones, de los R$ 100 millones disponibles.
Además del SENAI, la Empresa Brasileña de Investigación e Innovación Industrial (Embrapii) fue acreditada para administrar los recursos del fondo; la Fundación para el Desarrollo de la Investigación (Fundep); el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) y la Financiadora de Innovación e Investigación (Finep).
“Este dinero será destinado, junto con las entidades, a que la academia desarrolle, realice investigación e innovación para que podamos atender estas demandas de la sociedad”, explicó el presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), Luiz Carlos Moraes.
Los fondos recaudados a través de la desgravación fiscal serán administrados por un consejo de administración, que involucra a representantes de la industria y la academia.
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