El plan de Putin para debilitar el dólar implica un movimiento estratégico durante la cumbre de los BRICS. ¡Descubra cómo esta estrategia puede violar las sanciones impuestas y el impacto que puede tener en la economía global!
Vladímir Putin, el presidente de rusia, está posando para fotografías con los líderes de aproximadamente 24 países, entre ellos figuras de gran importancia geopolítica global como Narendra Modi, de la India, y Xi Jinping, de China. Uno de los objetivos de la reunión de los BRICS es claro: reducir la dependencia del dólar.
El evento tiene lugar durante la cumbre de BRICS, con sede en Kazán, a orillas del río Volga. Este acontecimiento marca un punto de inflexión no sólo para el bloque, que el año anterior amplió su número de miembros de cinco a diez, sino también para Putin, que tuvo que evitar asistir a la cumbre en Johannesburgo debido a una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional de La Haya.
A diferencia del evento pasado, esta vez Putin, presidente de Rusia, estará presente y buscará desempeñar un papel de liderazgo, mientras que el BRICS intenta consolidarse como una alianza capaz de desafiar la hegemonía occidental en el escenario global.
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Este bloque, que inicialmente unía a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha enfrentado importantes desafíos a lo largo de sus 15 años de existencia.
Sin embargo, con la ampliación para incluir a más miembros como Egipto e Irán, Putin cree que la BRICS finalmente ganará el peso necesario para remodelar el orden económico global.
Puente BRICS: La nueva estrategia global de pagos y el fin de la dependencia del dólar
Uno de los temas principales de esta cumbre será el avance de la propuesta de un sistema financiero global alternativo al dólar. Este sistema, llamado Puente BRICS, tiene como objetivo permitir a sus miembros realizar operaciones económicas sin depender del dólar o el euro, monedas tradicionalmente controladas por las potencias occidentales.
Según Sergei Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores ruso, este sistema permitiría a las economías del bloque realizar transacciones sin estar sujetas a sanciones impuestas por Estados Unidos o sus aliados europeos.
La idea de Puente BRICS Gira en torno a plataformas digitales gestionadas por los bancos centrales de los países miembros. Este sistema de pagos digitales pretende eludir las redes financieras actuales, que están en gran medida dominadas por Occidente, especialmente Estados Unidos. La propuesta es que este nuevo sistema esté en pleno funcionamiento dentro de un año.
La centralidad del dólar y el dominio financiero estadounidense
Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos emergió como la mayor potencia económica y militar mundial, consolidando el dólar como moneda de referencia para las transacciones internacionales.
Esta centralidad financiera estadounidense permitió al país ejercer un control significativo sobre las transacciones globales.
Casi el 60% de las reservas mundiales de divisas todavía están denominadas en dólares, un reflejo tanto de la estabilidad del sistema financiero estadounidense como de la confianza de los inversores en el dólar como reserva segura contra la inflación y la expropiación.
El dominio del dólar también permitió a Estados Unidos crear una compleja red de sistemas de pago interconectados, colocando a los bancos estadounidenses en el centro del comercio global.
La analogía más común para explicar este sistema es compararlo con los vuelos internacionales: si dos aeropuertos no tienen conexión directa, los pasajeros deben hacer escala en un gran centro de conexión.
En el caso de las finanzas globales, ese centro es Estados Unidos, donde los bancos de todo el mundo convierten monedas extranjeras en dólares para poder utilizarlas en transacciones internacionales.
Sin embargo, esta centralidad le dio al gobierno estadounidense un poder inmenso, a menudo llamado "efecto panóptico"Y"punto de estrangulamiento.
Dado que casi todos los bancos que realizan transacciones en dólares deben operar a través de bancos corresponsales ubicados en Estados Unidos, esto permite al gobierno estadounidense monitorear las transacciones globales e imponer sanciones con relativa facilidad.
En lugar de recurrir al conflicto militar, Estados Unidos ha aumentado significativamente el uso de sanciones económicas para ejercer influencia geopolítica. Un ejemplo sorprendente fue la exclusión de Irán del sistema SWIFT en 2018, que prácticamente paralizó el sistema bancario iraní.
La rápida respuesta al conflicto en Ucrania
Sin embargo, la respuesta financiera de Occidente a la invasión rusa de Ucrania en 2022 ha sido de una magnitud sin precedentes.
Estados Unidos y sus aliados congelaron 282 mil millones de dólares en activos rusos en bancos extranjeros, además de desconectar a los principales bancos rusos del sistema SWIFT, lo que obstaculizó significativamente la capacidad de Rusia para realizar transacciones internacionales.
Además, el gobierno estadounidense amenazó con imponer sanciones secundarias a cualquier banco o país que ayudara a Rusia a eludir estas medidas.
El impacto fue tan severo que incluso Europa, que apoyó las sanciones, se alarmó por la velocidad con la que empresas como Visa y MasterCard cesaron sus operaciones en Rusia.
Estos acontecimientos llevaron a Moscú a acelerar la búsqueda de alternativas al sistema financiero occidental. El Presidente Putin, Presidente de Rusia, espera que el Puente BRICS ayude a aliviar las dificultades económicas que enfrenta Rusia al permitir transacciones fuera del sistema dominado por el dólar.
Para Putin, el Puente BRICS no es sólo una estrategia geopolítica, sino una necesidad urgente. Rusia, que ahora depende casi exclusivamente del yuan en sus transacciones internacionales, enfrenta una escasez de divisas.
En un intento por superar esta crisis, Rusia ha tenido que recurrir a intercambios comerciales inusuales, como el reciente comercio de mandarinas con Pakistán, que se pagó con garbanzos y lentejas.
El papel de China en la reforma del sistema de pagos
Mientras Rusia enfrenta desafíos con las sanciones, China ve el avance tecnológico en el sector financiero como una solución para reducir el poder estadounidense.
La estrategia china se basa en el desarrollo de tecnologías de pago que puedan eludir el sistema tradicional, dominado por Estados Unidos.
El Puente BRICS, que puede acelerar y abaratar las transacciones financieras internacionales, es parte de esta estrategia más amplia.
Segundo The Economist, los avances en este campo son seguidos de cerca tanto por las naciones emergentes como por las potencias occidentales, preocupadas por la posibilidad de que estos sistemas puedan usarse para eludir las sanciones y fortalecer la posición de los adversarios geopolíticos.
El proyecto del Puente BRICS parece haberse inspirado en otro proyecto conocido como puente m, una plataforma experimental de pagos digitales desarrollada por el Banco de Pagos Internacionales (BPI), en colaboración con los bancos centrales de China, Hong Kong, Tailandia y los Emiratos Árabes Unidos.
mBridge ha demostrado ser extremadamente eficiente, reduciendo los tiempos de transacción de días a segundos y prácticamente eliminando costos. Esta eficiencia ha llamado la atención de muchas economías emergentes, que están cada vez más interesadas en soluciones alternativas al sistema financiero actual.
La fragilidad del sistema financiero global
La centralidad del dólar como moneda de reserva mundial crea una vulnerabilidad para los países que no tienen control directo sobre él. Esto quedó claramente demostrado en el caso de Rusia, que tras las sanciones fue rápidamente excluida del sistema de pagos global.
China, por otra parte, ha expresado durante años su preocupación por la excesiva dependencia del dólar de su sistema financiero. Las sanciones aplicadas a Rusia sirvieron como recordatorio de la vulnerabilidad que enfrentan muchos países cuando dependen de una moneda que puede ser “convertida en arma” en conflictos geopolíticos.
El Presidente Putin, Presidente de Rusia, ve la creación de BRICS Un puente para aliviar las presiones que Rusia enfrenta actualmente al permitir que los países miembros del bloque realicen transacciones sin necesidad de pasar por el sistema financiero estadounidense.
Las discusiones en torno a la creación de una agencia de calificación crediticia y un sistema de seguro de reaseguro para los petroleros rusos también demuestran la intención del bloque de alejarse de los sistemas controlados por Occidente.
Sin embargo, crear un sistema global alternativo al dólar no es una tarea sencilla. Además de las barreras técnicas, como garantizar suficiente liquidez para sostener el sistema, existen cuestiones políticas y diplomáticas.
El proyecto de crear una moneda común para los BRICS, por ejemplo, enfrenta la resistencia de India, que desconfía del creciente poder de China.
La falta de confianza entre los miembros puede ser un obstáculo importante para implementar un sistema financiero totalmente integrado.
El futuro de los sistemas de pago digitales
La discusión sobre el Puente BRICS refleja una tendencia más amplia en el mundo financiero: la creciente adopción de monedas digitales.
Actualmente, alrededor de 134 bancos centrales de todo el mundo están explorando o desarrollando sus propias monedas digitales. Aunque la mayoría de estos proyectos se centran en el mercado interno, un número creciente de países, especialmente después de la invasión de Ucrania, está examinando cómo se pueden utilizar las monedas digitales para transacciones internacionales.
El sistema actual es a menudo criticado por ser lento y caro. Para muchos países, especialmente los en desarrollo, la promesa de un sistema más eficiente resulta atractiva.
Sin embargo, para Occidente, la creación de nuevos sistemas de pago representa un desafío directo a la hegemonía del dólar. Los funcionarios estadounidenses, por ejemplo, ya han expresado su preocupación por el proyecto mBridge, advirtiendo que podría utilizarse para socavar el sistema basado en el dólar.
El mundo cambiante
Lo que está en juego en la cumbre de los BRICS en Kazán va mucho más allá de las discusiones sobre nuevas tecnologías de pago.
El bloque BRICS representa un intento de remodelar el orden financiero global, creando alternativas al sistema centrado en Occidente y al dólar estadounidense.
Si bien todavía es demasiado pronto para predecir el impacto real de estas iniciativas, la creciente insatisfacción global con el sistema actual, combinada con los avances tecnológicos, sugiere que se avecinan cambios significativos.
Para Putin, presidente de Rusia, y sus aliados, el Puente BRICS es más que una herramienta financiera; es una declaración política. Al crear un sistema que permite transacciones financieras más allá del alcance de las sanciones occidentales, el bloque desafía directamente la estructura de poder global.
Sin embargo, el éxito de este proyecto dependerá de la capacidad de los BRICS para superar sus diferencias internas y crear un sistema que inspire confianza entre sus miembros y el resto del mundo.
Artículo elaborado con información publicada originalmente en The Economist.