Una montaña de ropa desechada por la moda rápida en el desierto de Atacama, en Chile, ya acumula más de 60 mil toneladas de residuos, incluidos artículos no biodegradables, y se ha vuelto tan inmensa que es visible desde el espacio.
El desierto más seco del mundo, el de Atacama, en el norte de Chile, esconde una triste realidad: una montaña de basura tan grande que puede verse desde el espacio. Entre los residuos predomina la ropa desechada por la industria del fast fashion, acumulándose en un escenario que parece sacado de una película distópica. Pero ¿cómo llegamos a este punto?
El desierto de Atacama y la montaña de basura
El desierto de Atacama, famoso por su aridez y su belleza única, alberga ahora también un gigantesco vertedero de ropa desechada. Se estima que a la región llegan cada año alrededor de 60 mil toneladas de prendas de vestir, provenientes de puertos como el de Iquique. Muchas de estas piezas se fabrican en países como China y Bangladesh, pero como no se venden en Mercados en Estados Unidos, Europa y Asia., terminan tirados en el desierto.
Entre los artículos desechados se encuentran botas de esquí y suéteres navideños que, irónicamente, no combinan con el clima de la región. Estas prendas no son biodegradables y contienen sustancias químicas que hacen imposible su eliminación en los vertederos tradicionales. Así, el desierto se ha convertido en un auténtico “sacrificio global”, donde descansan los residuos de otros países.
- Nueva ley de tránsito prevé multa de R$ 3, suspensión de la licencia de conducir por 12 meses y puede convertirse en una pesadilla para los conductores brasileños
- ¡Ahora es más fácil salir de Brasil! Entra en vigor ley que facilita la residencia de brasileños en Portugal
- Para acabar con la escasez de mano de obra en la industria de la construcción, las empresas están aumentando los salarios y adoptando nuevas tecnologías para atraer a trabajadores más jóvenes.
- La increíble ciudad fantasma en el corazón del auge de la minería de oro de 1,4 millones de dólares ahora está completamente abandonada
Moda rápida: un motor de desecho
La industria de la moda rápida juega un papel central en este problema. Con su producción acelerada y sus bajos precios, fomenta el consumo desenfrenado y la eliminación prematura de la ropa. Según datos, esta industria genera 92 millones de toneladas de residuos al año.
Da miedo pensar que, mientras los consumidores aprovechan las promociones y cambian de armario cada temporada, El impacto ambiental se acumula en las montañas. como Atacama. Esta cadena de consumo no termina en las tiendas, sino en los paisajes devastados y la salud comprometida de quienes viven cerca de estos basureros.
La vida alrededor de la montaña de basura.
Para quienes viven en las afueras de la montaña de basura, la situación es desesperada. Camiones cargados de ropa pasan regularmente por las comunidades locales, dejando residuos que a menudo se queman y liberan humos tóxicos.
Ángela Astudillo, cofundadora de la ONG Desierto Vestido, describe el escenario como un “infierno cotidiano”. Los residentes enfrentan riesgos de contaminación, tanto del suelo como del aire, al ver que sus tierras se convierten en vertederos globales de desechos.
Iniciativas de sensibilización y reutilización
A pesar del caos, hay quienes luchan por revertir esta situación. Franklin Zepeda, fundador de EcoFibre, está transformando ropa desechada en paneles aislantes. Además, eventos como el desfile de la modelo Sadlin Charles, que lució ropa reciclada del vertedero, buscan llamar la atención sobre el problema.
Estas iniciativas demuestran que, incluso cuando nos enfrentamos literalmente a una montaña de basura, es posible encontrar soluciones creativas. Diseñadores, activistas y comunidades están uniendo fuerzas para concienciar al público e impulsar un cambio en la industria.
Resolver el problema de la montaña de basura en América del Sur requiere acciones en diferentes frentes. Gobiernos, empresas y consumidores Necesitamos trabajar juntos para priorizar la sostenibilidad.. Algunas soluciones incluyen:
Reduce el consumo: Compra solo lo que necesitas y prioriza productos de calidad.
Reutiliza y recicla: Dona ropa o transfórmala en nuevos productos.
Fomentar la economía circular: Apoyar marcas que promuevan prácticas sostenibles.
0102EzequielPaulo
El periodista debería haber contactado al gobierno chileno para saber por qué permiten que esto suceda.