Econowind y Hartel Shipping & Chartering se han asociado para desarrollar un barco con tecnología que podría dar una nueva dirección a la sostenibilidad en el sector marítimo.
En el camino hacia un transporte libre de CO₂, el sector marítimo, considerado uno de los más difíciles de descarbonizar, puede aprovechar una de las formas de energía más puras: el viento. A energía eólica podría ser la clave para impulsar la transición de los buques de transporte a operaciones centradas en la sostenibilidad. Mientras que algunas empresas ya utilizan embarcaciones de madera equipadas con velas para transportar mercancías como solían hacerlo, otras empresas buscan combinar velas con tecnologías de propulsión.
Hartel Shipping & Chartering, junto con Econowind, es una de las empresas del sector marítimo que está probando este modelo de innovación.
Buque tendrá una potencia de 759 kW
La compañía está desarrollando tres barcos que combinan un tren de potencia diesel y eléctrico con una nueva tecnología de vela llamada VentiFoil. Desarrollado por Econowind, el concepto es una versión futurista y más eficiente de las viejas velas, la novedad se define como un ala de succión no giratoria con respiraderos y ventilador interno. Básicamente es un tipo de vela plegada que puede girar sobre su propio eje.
- Akaer firma un contrato millonario para producir componentes para el C-390 y el Praetor 600: ¡participación en aviones que ya han conquistado más de 10 países!
- BYD Changzhou, con sus impresionantes 200 metros de eslora, es el nuevo barco de BYD, diseñado para transportar hasta 7.000 vehículos
- Puerto de Hamad, una obra monumental que revolucionó la Logística, la Ingeniería y el Comercio Marítimo en Medio Oriente
- Armada de Brasil inicia la construcción del QUINTO patrullero clase Macaé en un proyecto que mueve más de 11 toneladas y genera cientos de empleos
Todos serán cargueros y tendrán como objetivo operar en regiones costeras, realizando normalmente operaciones de corta duración. La principal potencia de las embarcaciones del sector marítimo la proporcionarán dos motores eléctricos que generan 759 kW en total, suficiente para mover a los gigantes de 89,4 metros con capacidad para llevar a bordo 5.530 metros cúbicos de mercancías. Según Econowind, la configuración del motor sola ya tiene la capacidad de generar ahorros del 35% en costos de combustible.
Hartel afirma que el primer buque ya está casi terminado para recibir el VentiFoil, que reduce el consumo de combustible en más del 12%. Al final, los barcos pueden navegar con casi un 50% menos de emisiones de gases a la atmósfera.
Noruega lanza el primer carguero eléctrico
Además de La nueva tecnología de Econowind, Noruega realizó el primer viaje del Yara Birkeland en noviembre del año pasado. Es el primer carguero eléctrico y autónomo del mundo. El primer ministro del país, Jonas Gahr Store, estuvo presente para presenciar la inauguración.
Desde entonces, el Yara Birkeland pasará dos años realizando viajes de prueba que ahora también serán operaciones comerciales. Serán tripulados, sin embargo, la idea es reducir gradualmente el número de personas a bordo hasta asegurar la autonomía del barco.
Capaz de transportar 120 contenedores, este nuevo barco de alta tecnología hizo una ruta desde una fábrica de fertilizantes en la ciudad de Porsgrunn hasta el puerto de Brevik, a unos 10 km de distancia. No era algo sencillo, considerando la innovación en el sector marítimo, debía enfrentarse a corrientes marinas y un fiordo angosto, pasar bajo dos puentes, competir por el espacio con otras embarcaciones, entre otros obstáculos.
Embarcación evita más de 1 mil toneladas de CO2 al año
El barco tiene 80 metros de eslora y pesa 3,2 toneladas. Con su operación de transporte de fertilizantes, reemplazará alrededor de 40 viajes de camiones al año, evitando la emisión de 1 toneladas de CO2 al año.
La propulsión de la nave estará a cargo de 8 compartimentos de baterías que dotan a la embarcación de una capacidad de 6,8 MWh, el equivalente a 100 coches Tesla. Diseñado desde 2017, el vehículo del sector marítimo es el resultado de la suma de esfuerzos entre Yara, productora de fertilizantes, Masterlys, que opera en la operación, y Vard, que participó en la construcción de la nave.