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¡Descubre la paradoja del petróleo! Venezuela tiene las mayores reservas del mundo, pero produce poco. Mientras tanto, Brasil se convierte en una potencia con sus vastas reservas presalinas.
Al este de Venezuela, la Faja Petrolífera del Orinoco quiere regresar a su época dorada, pero enfrenta desafíos políticos, económicos y técnicos. Venezuela tiene las mayores reservas probadas de petróleo del mundo: 300,878 millones de barriles. Para ponerlo en perspectiva, Arabia Saudita tiene una reserva de 267 mil millones de barriles dentro de su territorio.
El petróleo venezolano se concentra en la Faja Petrolífera del Orinoco, una región de 55.314 kilómetros cuadrados al oriente del país que se extiende sobre la cuenca del río Orinoco. La Faja Petrolífera del Orinoco es rica en petróleo pesado y extrapesado, un tipo de petróleo denso y viscoso que requiere procesos de extracción y refinación más costosos y desafiantes para transformarlo en productos utilizables como gasolina y diésel.
El vigésimo primer país en producción de petróleo.
La Faja Petrolífera del Orinoco es conocida desde enero de 1936, cuando la empresa estadounidense Standard Oil de Nueva Jersey perforó el primer pozo: “La Canoa-1”, en el estado Anzoátegui. A pesar de su antigüedad, la Faja Petrolífera del Orinoco sigue siendo la mayor reserva de petróleo conocida. Sin embargo, lleva años sin poder recuperarse debido a las sanciones políticas y a los problemas técnicos y económicos que lo rodean.
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En su pico petrolero, Venezuela produjo tres millones de barriles por día. Hoy es el vigésimo primer país del mundo en producción de petróleo, con 770 mil barriles diarios, detrás incluso de su vecina Colombia. Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita lideran el ranking con entre 8 y 12 millones de barriles por día.
Retos y esperanza
Las sanciones al petróleo venezolano, encabezadas por el gobierno de Estados Unidos, fueron suspendidas durante seis meses en octubre de 2023, lo que permitió un tímido regreso de las empresas extranjeras al mercado. Faja Petrolífera del Orinoco.
La moratoria destacó que el sector petrolero de Venezuela tiene problemas más allá de lo político; problemas de carácter estructural. Después de años de abandono, corrupción y crisis económica, el petróleo venezolano necesita inversión extranjera para modernizar la costosa infraestructura con la que extrae y procesa el petróleo pesado.
Aunque las sanciones fueron reactivadas el mes pasado como medida de presión por parte de la Administración Biden contra el gobierno de Nicolás Maduro, las empresas extranjeras ahora tienen la oportunidad de obtener licencias individuales para mitigar su efecto, lo que trae una pequeña esperanza a un país en el que el petróleo sigue siendo el motor económico.
El momento petrolero de América Latina
Modernizar la infraestructura, atraer inversión extranjera y estabilizar la economía son pasos cruciales, pero no sabemos si serán suficientes para recuperar todo el potencial económico de la Faja Petrolífera del Orinoco.
El contexto parece favorable. Los países latinoamericanos están inmersos en una “fiebre del oro” del petróleo, siendo el caso más extremo el de la vecina Guyana, que experimentó un crecimiento del 33% de su PIB gracias a las reservas descubiertas en sus costas en 2015. Mientras tanto, Brasil ascendió al octavo lugar en producción mundial de petróleo
La pregunta que flota en el aire es la misma para todos estos países: ¿qué pasará con sus inversiones cuando llegue la esperada caída de la demanda de petróleo debido a la transición energética? Por ahora, gran parte del mundo actúa como si íbamos a seguir quemando petróleo durante muchos años más. Quizás esa sea la respuesta.
El aumento de la producción petrolera de Brasil: una potencia energética en América Latina y el mundo
En los últimos años, Brasil se ha destacado como una de las principales potencias petroleras no sólo en América Latina, sino también en el escenario global. La combinación de vastas reservas de aguas profundas, inversiones en tecnología de punta y políticas gubernamentales favorables ha impulsado al país a nuevas alturas en el sector energético.
El contexto histórico y las reservas brasileñas
La historia de la exploración petrolera en Brasil se remonta a principios del siglo XX, pero fue el descubrimiento de reservas de petróleo en la capa presalina, en 2006, lo que revolucionó la industria. Ubicadas en aguas ultraprofundas frente a la costa atlántica, estas reservas representan uno de los mayores descubrimientos de petróleo de las últimas décadas. Las zonas más destacadas incluyen los campos de Tupi (luego rebautizado como Lula), Libra, Búzios y Sépia, entre otros.
La capa Presal
La capa presalina se extiende aproximadamente 800 km a lo largo de la costa brasileña, desde Espírito Santo hasta Santa Catarina, con reservas estimadas en más de 50 mil millones de barriles de petróleo recuperable. La producción en esta región ha sido un parteaguas para la industria petrolera brasileña. En 2023, la producción media diaria del presal rondaba los 2,5 millones de barriles, lo que representa más del 70% de la producción total de petróleo del país.
Producción total de petróleo en Brasil
Actualmente, Brasil es el mayor productor de petróleo de América Latina y el octavo del mundo. La producción total de petróleo en el país en 2023 fue de aproximadamente 3,2 millones de barriles por día. Esta producción se divide en las siguientes áreas principales:
- Presal: 2,5 millones de barriles por día
- Post-Sal: 500 mil barriles por día
- Terrestre: 200 mil barriles por día
La producción en áreas postsal y terrestres también contribuye significativamente a la cartera energética de Brasil, aunque en menor escala en comparación con el presal.
Petrobras y el papel de las empresas extranjeras
Petrobras, la compañía petrolera estatal de Brasil, desempeña un papel crucial en la exploración y producción de petróleo en el país. Con continuas inversiones en tecnología de exploración en aguas profundas, Petrobras ha logrado mantener la eficiencia y la competitividad en el mercado global. Además, el gobierno brasileño ha promovido la entrada de empresas extranjeras al sector, a través de subastas de bloques de exploración y producción.
Empresas como Shell, Total, ExxonMobil y Equinor tienen participación significativa en consorcios de exploración del presal. Esta asociación internacional ha sido fundamental para el desarrollo tecnológico y la atracción de las inversiones necesarias para la exploración de reservas ultraprofundas.
Impacto económico y geopolítico
El aumento de la producción de petróleo en Brasil tiene un impacto significativo en la economía del país. La industria petrolera representa una parte considerable del PIB de Brasil y es una fuente vital de ingresos gubernamentales a través de regalías e impuestos. Además, la exportación de petróleo crudo y productos refinados fortalece la balanza comercial del país.
En el escenario geopolítico, Brasil se ha consolidado como un actor clave en el mercado energético global. La capacidad de producción del presal coloca al país en una posición destacada, lo que le permite influir en los precios internacionales del petróleo y asegurar un suministro estable a los mercados globales. La membresía de Brasil en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) como observador también refleja su creciente papel en el ámbito internacional.
Retos y perspectivas de futuro
A pesar de los éxitos, el sector petrolero brasileño enfrenta importantes desafíos. La exploración en aguas ultraprofundas es técnicamente compleja y requiere una inversión continua en tecnología. Además, las cuestiones ambientales y las regulaciones cada vez más estrictas imponen barreras adicionales. Brasil también debe lidiar con la volatilidad de los precios internacionales del petróleo, que pueden afectar la rentabilidad de los proyectos de exploración y producción.
Sin embargo, las perspectivas de futuro son prometedoras. La continua expansión de la producción presalina, combinada con nuevos descubrimientos y la entrada de más empresas extranjeras al mercado, debería garantizar que Brasil mantenga su posición como potencia petrolera mundial. La transición energética y la búsqueda de fuentes de energía más sostenibles también representan oportunidades para que Brasil diversifique su cartera energética e invierta en tecnologías limpias.
Brasil se ha convertido en un líder en la producción de petróleo en América Latina y el mundo. Con sus vastas reservas presalinas, inversiones tecnológicas y asociaciones internacionales, el país está bien posicionado para seguir desempeñando un papel crucial en el mercado energético mundial. La trayectoria ascendente de Brasil en la producción de petróleo no sólo fortalece su economía sino que también solidifica su posición como un actor geopolítico influyente. Si bien enfrenta desafíos, el futuro del sector petrolero brasileño parece brillante y promete un crecimiento continuo y sostenible.
