Los cambios estratégicos de Petrobras tras el cambio de gobierno y el impacto en los mercados y la economía nacional.
El cambio de rumbo: Petrobras y la nueva gestión
El escenario político brasileño siempre presenta sus idas y vueltas, y con la llegada de un nuevo gobierno, la estrategia de Petrobras, el gigante petrolero, no quedó al margen. Durante la administración pasada, hubo un vigoroso esfuerzo por privatizar ciertas empresas estatales, con el objetivo de reducir la presencia del Estado en segmentos específicos de la economía. El foco, en gran parte, fue abrir puertas al sector privado, permitiendo la innovación y la creación de mercados más competitivos y ágiles.
Pero la brisa cambió de dirección. Ahora, el escenario apunta a un estado más presente y Petrobras, con su importante posición en el escenario mundial, se encuentra en medio de cambios estratégicos. Sin embargo, esto conlleva riesgos, desde operativos hasta financieros, con el potencial de generar resultados inesperados.
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Reflexiones de decisiones pasadas
Bajo el mando anterior, Petrobras se centró en negocios alineados con sus competencias centrales, con el objetivo de maximizar los retornos para los accionistas y garantizar la eficiencia operativa. La atención se centró sobre todo en la exploración y producción de petróleo y gas natural en aguas profundas, como por ejemplo en la región presalina.
Además, hubo un esfuerzo por deshacerse de activos menos estratégicos, evidente en la venta de empresas como BR Distribuidora y Liquigás, entre otras. Este reposicionamiento tenía como objetivo hacer el mercado más abierto y competitivo. Sin embargo, recientemente han surgido dudas sobre la decisión de Petrobras de revisar los términos previamente acordados con el CADE, desafiando su principal directriz de fomentar la competitividad.
Reposicionamiento en el presente
Un tema delicado es la desinversión de Petrobras en exploración y producción en áreas terrestres y en aguas someras. Anteriormente, la idea era abrir el camino a empresas especializadas, impulsar la productividad y atraer nuevas inversiones. Con el cambio de estrategia, hay un matiz: ¿Petrobras necesita operar directamente en estos campos?
Recientemente, se paralizaron algunas desinversiones y la empresa se centró en activos más rentables y promovió la descarbonización. Sin embargo, hay un contrapunto: la competitividad del sector podría verse afectada, perjudicando a las inversiones privadas y a la sociedad en su conjunto.
Navegando entre precios y estrategias
La estrategia de fijación de precios de los combustibles también sufrió cambios. Si bien Petrobras continúa considerando los precios internacionales y los tipos de cambio, ahora se incorporan nuevas variables, con el objetivo de mejorar la competitividad y mitigar la volatilidad. Sin embargo, este enfoque trajo desafíos, ya que los precios locales se mantuvieron por debajo de las referencias internacionales, impactando las importaciones de otros agentes.
una mirada al futuro
A pesar de los desafíos, Petrobras no pierde de vista la transición energética y los pilares ESG (Ambiental, Social y de Gobernanza). Con inversiones en energías renovables y descarbonización, la empresa se posiciona como un actor clave en el escenario energético global. Sin embargo, la pregunta que queda es: ¿qué camino debe seguir Petrobras? La reanudación de estrategias monopólicas podría ser un paso atrás, impactando negativamente al mercado y a Brasil en su conjunto.
Fuente: Felipe Kury.