Las cabinas de peaje de São Paulo adoptan tarjetas NFC y sistemas automáticos, eliminando el uso de efectivo. CCR planea ampliar hasta 2026 el modelo, que promete modernizar las carreteras, pero podría excluir a millones de brasileños que aún no tienen acceso a tecnologías de pago electrónico.
El futuro llegó para los peajes brasileños, pero no para todos. En septiembre de 2024, comenzó un nuevo capítulo de modernización vial en São Paulo, y no faltan opiniones divergentes sobre el impacto de esto.
En las cabinas automáticas, donde antes había cambio y monedas, ahora reina la tecnología de tarjetas sin contacto.
Este cambio representa mucho más que agilidad para quienes cruzan los peajes: es un símbolo de una transformación económica que divide opiniones y cuestiona la inclusión de todos los brasileños en las innovaciones del siglo XXI.
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Según información de CCR, concesionaria que administra algunas de las principales carreteras de São Paulo, Los pagos electrónicos ya representan el 85% de las transacciones realizadas en 2024.
Se trata de un salto notable en comparación con 2020, cuando fue solo del 56,3%. Sin embargo, para quienes todavía dependen del efectivo, la transición al modelo electrónico plantea desafíos concretos y urgentes.
Avance tecnológico en las carreteras
Desde septiembre, algunas autopistas de São Paulo comenzaron a operar exclusivamente con casetas automáticas que aceptan tarjetas de crédito y débito con tecnología NFC (pago de aproximación).
Este cambio tiene como objetivo acelerar el flujo de vehículos, reducir los costos operativos y promover la seguridad, eliminando la necesidad de manejar dinero.
Además, el sistema free flow, que permite el pago automático sin necesidad de pasar por los peajes, ha sido adoptado en varias carreteras.
En este modelo, el conductor puede realizar el pago mediante una etiqueta o incluso concertar el cargo posteriormente a través de la página web del concesionario.
Esta práctica ya es común en rutas más transitadas, como Anhanguera-Bandeirantes y Castello-Branco, y promete expandirse aún más en los próximos años.
¿Un futuro sin dinero en los peajes?
La concesionaria de CCR reveló un dato intrigante: en julio de 2024, sólo el 13,17% de los pagos se realizaron en efectivo.
La disminución del uso de billetes en las cabinas de peaje refleja un cambio significativo en los hábitos de los brasileños, que rápidamente adoptaron medios de pago electrónicos.
Esta tendencia, sin embargo, plantea una advertencia importante: ¿qué pasa con quienes no tienen acceso a tarjetas o cuentas bancarias?
Según los expertos, La exclusión financiera sigue siendo una realidad para millones de brasileños.
Aunque el uso de tarjetas y tecnologías digitales está creciendo, aproximadamente 34 millones de personas aún viven fuera del sistema financiero, según datos de 2023 del Instituto Locomotiva.
¿Cómo se verán afectadas estas personas por la exclusión del dinero de las carreteras esenciales para el movimiento en el país?
El objetivo para 2026 y las autopistas del futuro
CCR se ha fijado una meta ambiciosa: eliminar completamente los pagos en efectivo en todas las plazas de peaje para 2026.
La iniciativa abarca las 11 autopistas gestionadas por la concesionaria, incluidas vías importantes como Raposo Tavares (SP-270).
Para muchos, esta es una oportunidad para modernizar el transporte por carretera brasileño y garantizar un tráfico más eficiente.
Sin embargo, Los críticos señalan los desafíos de esta transición.
La falta de acceso a las tecnologías y la exclusión de quienes todavía dependen de los pagos en efectivo pueden convertirse en barreras a la movilidad. ¿Está Brasil preparado para dar un salto tan significativo en tan poco tiempo?
Conclusión: ¿innovación o exclusión?
La modernización de los peajes en Brasil simboliza el avance de las tecnologías de pago electrónico y trae claros beneficios, como agilidad y reducción de costos.
Sin embargo, El desafío de incluir a todos los brasileños en este movimiento es una cuestión urgente. A medida que se acerca el año 2026, la pregunta sigue siendo: ¿las carreteras del futuro serán accesibles para todos?
Y tú, ¿qué opinas de este cambio de peajes? ¡Comenta abajo y únete al debate!
Si las etiquetas fueran gratuitas, esta transición sería más rápida y eficaz.
Creo que es maravilloso….en cuanto a la exclusión, quien no quiera involucrarse en ella, sólo necesita modernizarse.
Más control sobre lo que hacemos o hacia dónde vamos. Debe adoptarse siempre que no identifique al pagador. Basta de política de hermano mayor.