Los lugares ocultos fueron clave para la producción de armas nucleares y químicas y aún desempeñan un papel estratégico en la defensa rusa.
Rusia alberga varias ciudades secretas, algunas de las cuales fueron establecidas durante la era soviética para el desarrollo de armas nucleares, químicas y biológicas. Muchos de ellos siguen activos, realizando actividades estratégicas altamente clasificadas para el gobierno ruso. Estos lugares, excluidos de los mapas oficiales e inaccesibles al público, siguen siendo un misterio y atraen la atención de los analistas internacionales.
Sarov: la cuna del programa nuclear ruso
Antiguamente conocida como Arzamas-16, Sarov fue la ciudad donde la Unión Soviética, actual Rusia, desarrolló su primera bomba atómica en 1949. Situada a unos 500 kilómetros de Moscú, la ciudad aún alberga el Centro Nuclear Federal Ruso, una de las instalaciones más protegidas del país.
Sarov sigue siendo un centro esencial para la investigación nuclear, y el acceso a él sigue estando restringido y se requiere una invitación del gobierno para visitarlo. Las actividades en la ciudad incluyen la investigación de nuevas tecnologías nucleares y la mejora del arsenal atómico ruso.
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Seversk: reprocesamiento de material nuclear en Rusia
Seversk, anteriormente llamado Tomsk-7, fue fundado en 1949 y jugó un papel crucial en la separación, enriquecimiento y reprocesamiento de uranio y plutonio. Durante la Guerra Fría, esta ciudad fue uno de los principales centros de producción de combustible nuclear para armas nucleares.
La ciudad también fue escenario de un grave accidente nuclear en 1993, cuando un tanque que contenía una solución radiactiva explotó, liberando material nuclear al medio ambiente. Hasta el día de hoy, Seversk permanece cerrado al público y continúa siendo un centro de investigación en energía nuclear.
Zheleznogorsk: la ciudad subterránea del plutonio
Fundada en 1950, Zheleznogorsk, Rusia, antes llamada Krasnoyarsk-26, fue diseñada para producir plutonio para armas nucleares. La gran diferencia en esta ciudad es que sus instalaciones nucleares fueron construidas dentro de una montaña, como forma de protección contra ataques aéreos.
Hoy en día, Zheleznogorsk sigue siendo un importante centro de investigación nuclear, responsable del reprocesamiento de combustible nuclear y de la gestión de residuos radiactivos.
Ozyorsk y el desastre nuclear de Kyshtym
Ozyorsk, también llamada Chelyabinsk-40, fue una de las primeras centrales nucleares de la Unión Soviética. En 1957, uno de los reactores del complejo Mayak sufrió una explosión, provocando el desastre de Kyshtym, el tercer peor accidente nuclear de la historia, sólo detrás de Chernóbil y Fukushima.
A pesar del accidente, Ozyorsk sigue siendo una ciudad cerrada en Rusia y aún opera instalaciones nucleares críticas para el gobierno ruso.
Sverdlovsk: armas biológicas y la fuga de ántrax
Hoy conocida como Ekaterimburgo en Rusia, Sverdlovsk fue el hogar de Uno de los más avanzados Instalaciones de armas biológicas de la Unión Soviética. En 1979, una fuga de ántrax provocó la muerte de decenas de personas, siendo uno de los mayores accidentes biológicos jamás registrados.
El gobierno soviético afirmó inicialmente que el incidente fue causado por el consumo de carne contaminada, pero años más tarde los documentos revelaron que la causa real fue una falla en una instalación que producía ántrax para armas biológicas.
¿Estas ciudades secretas en Rusia siguen activas?
A pesar del colapso de la Unión Soviética, muchas de estas ciudades secretas todavía operan están bajo vigilancia del gobierno ruso y siguen siendo esenciales para la defensa nacional. Mantienen programas de investigación militar, energía nuclear y producción de armas estratégicas.
Rusia mantiene estrictos controles sobre estos lugares, restringiendo la entrada de extranjeros e incluso el movimiento de los ciudadanos rusos que viven en ellos. Su papel en la seguridad nacional sigue siendo uno de los secretos mejor guardados del país.