El Secretario de Defensa de Estados Unidos ha revelado planes para modernizar el ejército con nuevas tecnologías y estrategias.
El nuevo Secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, pronunció un importante mensaje en el Pentágono el 7 de febrero de 2025.
Destacó la urgente necesidad de modernizar la base industrial de defensa, agilizar el proceso de adquisiciones, mejorar la preparación militar y garantizar la responsabilidad financiera dentro del Departamento de Defensa.
Reforma en el proceso de adquisición y modernización de defensa
Uno de los principales problemas que aborda Hegseth fue la ineficiencia del sistema de adquisiciones militares. A pesar de las fuertes inversiones en programas de defensa, muchos no han logrado producir el impacto deseado en las simulaciones de guerra.
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El Secretario destacó la necesidad de un proceso más inteligente para garantizar que las mejores tecnologías lleguen rápidamente a los combatientes, eliminando cuellos de botella burocráticos y priorizando los sistemas que realmente mejoran la eficacia del combate.
Hegseth reforzó la importancia de la preparación militar, enfatizando que el ejército estadounidense debe estar equipado con los sistemas más avanzados para garantizar la disuasión estratégica.
También destacó la relevancia de los Comandos Combatientes para mantener la estabilidad global y la necesidad de una fuerza receptiva y ágil para enfrentar las amenazas emergentes.
Transparencia y responsabilidad financiera
Además de modernizar las fuerzas, Hegseth también destacó la necesidad de responsabilidad financiera dentro del Departamento de Defensa.
Anunció su compromiso de realizar una auditoría completa del Pentágono, siguiendo el ejemplo del Cuerpo de Marines, que ha implementado con éxito medidas de transparencia fiscal.
Su objetivo es eliminar el desperdicio y dirigir recursos a programas que realmente fortalezcan la seguridad nacional.
Inversiones estratégicas y expansión de capacidades militares
Las prioridades de Hegseth están alineadas con el presupuesto de defensa de Estados Unidos, que exige inversiones sustanciales en programas militares avanzados.
El F-35 Lightning II sigue siendo un pilar de superioridad aérea y recibe actualizaciones para aumentar sus capacidades de sigilo y combate. El bombardero B-21 Raider avanza hacia su despliegue operativo, reforzando la disuasión estratégica.
Se está acelerando el desarrollo de armas hipersónicas, incluido el Arma de Respuesta Rápida Lanzada desde el Aire (ARRW), para asegurar una ventaja tecnológica sobre las naciones rivales.
Otras inversiones incluyen la modernización de la flota naval con submarinos de clase Columbia, esenciales para mantener la fuerza nuclear triádica.
Además, hay avances significativos en sistemas autónomos basados en inteligencia artificial, guerra cibernética y defensa espacial, lo que refleja el reconocimiento del Pentágono de que los conflictos futuros irán más allá de los campos de batalla tradicionales.
Proyección de gastos y retos futuros
El programa de defensa para los próximos años indica un aumento continuo en los costos de adquisición para cada rama militar.
Según las proyecciones de Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO)Se espera que el gasto en adquisiciones del Ejército de EE. UU. crezca un 17% en los tres años siguientes al período del Programa de Defensa Futura (FYDP), alcanzando los 45 mil millones de dólares en 2032.
La Armada y el Cuerpo de Marines mantendrán un promedio anual de adquisiciones de 107 mil millones de dólares entre 2030 y 2039, priorizando la construcción naval y el reemplazo de aeronaves.
La Fuerza Aérea y la Fuerza Espacial verán un aumento gradual en los costos de adquisición, pasando de 96 mil millones de dólares en 2029 a 109 mil millones de dólares en 2039. La inversión en capacidades espaciales crecerá un 3,4 por ciento anual, lo que permitirá la expansión de los satélites de comunicaciones, alerta de misiles e inteligencia.
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