Incluso con hazañas impresionantes como el pozo Kola Superdeep (12,2 km) y la gigantesca mina Bingham Canyon (1,2 km), excavar para llegar a China requeriría cruzar aproximadamente 12.700 km de la Tierra, un desafío que supera cualquier logro de la ingeniería moderna.
¿Quién nunca escuchó, de niño, que si seguía cavando en el patio trasero llegaría al otro lado del mundo? La expresión cavar hasta llegar a China es famosa y alimenta la imaginación de los niños, pero, desde un punto de vista científico, las cosas no funcionan así. Las investigaciones sobre la estructura interna de la Tierra, como la analizada por el geofísico Andrew Gase de la Universidad Estatal de Boise, indican que atravesar el planeta de un extremo a otro es mucho más complejo de lo que parece.
Además de China, la Tierra es dividido en tres capas principales: corteza, manto y núcleo. La corteza es tan delgada en relación al diámetro del planeta como lo es la piel de una manzana en relación al fruto. Justo debajo, el manto, formado por rocas densas y pesadas, se mueve lentamente, con material caliente subiendo y material más frío cayendo, en un ciclo continuo. En el centro, el núcleo, en parte líquido y en parte sólido, alcanza temperaturas y presiones absurdamente altas, imposibles de superar con cualquier equipo actual.
Cuanto más profundo es el agujero, mayor es la presión.
Además de la composición interna de la Tierra, existe otra barrera para llegar a China: la presión que ejercen las capas superiores sobre las inferiores. Cuanto más profundo es el agujero, mayor es la presión sobre las paredes, lo que hace prácticamente imposible la formación de un pasaje recto y estrecho.
- ¿Es posible una motosierra SIN ENERGÍA y SIN GASOLINA? Vea cómo este brasileño logró construir un
- El Santuario de la Biblia está ABIERTO por primera vez en 3.000 años
- ¡El viaje en tren con más encanto de Brasil! Descubre el viaje que necesitas hacer al menos una vez en la vida
- Ni Volkswagen, ni Toyota ni BYD: la fábrica de automóviles más moderna de Brasil pertenece a la empresa que los brasileños suelen dejar de lado
En minas a cielo abierto, como la del famoso Cañón de Bingham, en Estados Unidos, es necesario calcular cuidadosamente la proporción entre profundidad y ancho para evitar deslizamientos de tierra, incluso con toda la tecnología e ingeniería empleadas.
Abrirse camino hasta China es prácticamente imposible
Ahora imaginemos intentar excavar hasta llegar a China manteniendo la estabilidad: sería necesario crear una abertura varias veces mayor que el diámetro de la propia Tierra, un absurdo en la práctica.
La perforación, por otro lado, puede ser más profunda que la simple excavación, pero también enfrenta límites estrictos. El pozo más profundo jamás realizado por el hombre, el Kola Superdeep Borehole, en Rusia, alcanzó los 12,2 kilómetros, muy poco, considerando los casi 12.700 kilómetros de diámetro de la Tierra.
A medida que avanza cada centímetro se acumulan problemas como altas temperaturas, derretimiento de equipos, presiones gigantescas e inestabilidad de las paredes de los pozos, que hacen imposible el sueño de excavar hasta China con las técnicas actuales.
Así mismo, avances científicos y los desafíos superados en la exploración subterránea nos permiten aprender cada vez más sobre la Tierra. Aunque no podemos cruzarlo de un lado a otro, estudios y perforaciones profundas, como las del Kola Superdeep Borehole, y excavaciones colosales, como las del Bingham Canyon, alimentan el conocimiento sobre el planeta y sus capas interiores.