Una cola de buques de carga en el Canal de Panamá, que parece un atasco en plena Marginal Tietê, está provocando dolores de cabeza e impactos que podrían incluso repercutir en nuestro mercado dominical.
O canal, que es un codiciado atajo entre los océanos Atlántico y Pacífico, está experimentando un tráfico más lento que BR en unas largas vacaciones.
O canal de Panama No es un principiante. Con sus 80 km de longitud, este trabajo de ingeniería Has visto pasar mucha agua. Anualmente, aproximadamente 14.000 barcos siguen este camino, representando el 6% del comercio mundial.
¿Es fácil? Pero ahora, este artilugio centenario tiene una cuerda alrededor del cuello, enfrenta problemas técnicos, falta de espacio e incluso el clima lo está dificultando.
La cuna del Canal: un sueño francés convertido en pesadilla
Para entender el perrengue actual hay que retroceder en el tiempo. A finales del siglo XIX, a un tal Ferdinand de Lesseps, un francés con más ambición que sentido común, se le metió en la cabeza que iba a unir los dos océanos.
Pero la tierra de Panamá No fue fácil. La naturaleza lanzó una bola curva a los franceses, con lluvias torrenciales, enfermedades e incluso una colina que parecía más bien un muro. ¿El resultado? Uno fiasco financiero y una tragedia humana, con más de 20.000 vidas perdidas.
El Tío Sam entra en escena: el giro americano
No pasó mucho tiempo para que Estados Unidos entra al juego. Con la ayuda de la vacuna y una ingeniería que induce a la envidia, los estadounidenses hicieron realidad el sueño francés.
En 1914, el canal estaba en pleno apogeo, con esclusas gigantes y un sistema de lagos artificiales que eran una belleza. Pero, como no todo es color de rosa, el coste humano de esta empresa fue alto, con miles de vidas perdidas.
Sequía: el fantasma que ronda el Canal de Panamá
Pero el talón de Aquiles de canal de Panama Siempre fue agua. Y ahora, con un clima más loco que una telenovela de las nueve, las sequías se están volviendo rutinarias. Desde 2016, el Panamá se enfrenta a una grave sequía, con niveles de agua muy bajos.
Y sin agua, amigo, no hay canal que funcione correctamente. Las autoridades ya tienen la pulga detrás de la oreja, reduciendo la numero de barcos e incluso el peso de las cargas para que no se estropee.
En este contexto, la futuro del canal de panamá Es más incierto que la final del campeonato. Si la sequía continúa, los buques podrían empezar a buscar otras rutas, como ruta ártica, que es cada vez más accesible con la derretimiento de glaciares.
Y no es sólo el comercio el que está contra las cuerdas. El agua del canal también es fuente de vida para más de 2 millones de habitantes de panameños.
Proyectos en papel: esperanza de días mejores
Para evitar que el barco se hunda, la administración del canal se devana los sesos para encontrar soluciones. Una de las ideas es crear un nuevo depósito de agua para darle ese gas al lago principal.
Pero, como todo lo bueno lleva tiempo, estos proyectos todavía están en el papel, esperando aprobación y dinero para despegar.
Por ahora, la situación ha mejorado un poco y los barcos sufren menos retrasos. Pero el nivel del agua todavía está en la cuerda floja y el futuro del canal de panamá Sigue siendo tan incierto como el próximo capítulo de la novela.
Queda por esperar que esto gigante de la ingeniería, que ha visto tanta historia, logra navegar estas aguas turbulentas y seguir siendo la arteria pulsante del comercio global.