Esta estimación es del superintendente adjunto de la Empresa de Investigación Energética (EPE), Marcelo Cavalcanti, quien señala que el país tendrá esta demanda para el año 2040.
Esta afirmación la hizo Marcelo Cavalcanti, durante su participación en el Foro Internacional de Referencia de Regulación de O&G, organizado por el IBP y la OGE, entre los días 10 y 11 de junio, en Río de Janeiro.
El superintendente adjunto de la Empresa de Investigación de Energía (EPE) agregó que Brasil deberá aumentar su capacidad de refinación de los actuales 2,34 millones de barriles por día a 3,27 millones de barriles por día para el año 2040.
El incremento del 40%, según la estimación, generará demanda para la construcción de cuatro refinerías y agregó que: “Ciertamente habrá demanda para la construcción de nuevas refinerías. Esto es así con los proyectos del segundo tren de refinación en la Refinería Abreu e Lima (RNEST) y también con el proyecto Comperj”.
El mercado de refinación en Brasil está pasando por un momento decisivo. La intención del gobierno es vender sus participaciones y dejar de tener el monopolio del sector, que según el ministro de Economía, Paulo Guedes, no trae beneficios al país.
CADE aprobó la semana pasada la venta de ocho refinerías de Petrobras y confirmó la posición del gobierno de acabar con el monopolio de la refinación.
Refinación en Comperj?
El mismo día, Roberto Castello Branco, presidente de Petrobras, afirmó que la Estudio de factibilidad para la construcción de una planta termoeléctrica a gas en Comperj, estará listo para septiembre y el nuevo emprendimiento se puede hacer con los chinos de CNPC.
Marcelo Cavalcanti, pertenece a la EPE (Empresa de Pesquisa Energética), cuyo objeto es la prestación de servicios en el área de estudios e investigaciones tendientes a subsidiar la planificación del sector energético, tales como electricidad, petróleo y gas natural y sus derivados, carbón mineral, energías renovables y eficiencia energética, entre otros.
La agencia fue creada, principalmente luego de los racionamientos y apagones ocurridos a principios de la década (2000 y 2001), atribuidos en parte a la falta de planificación. La EPE es una entidad independiente, no subordinada a ninguna empresa, únicamente vinculada a la Ministerio de Minas y Energía.
