La energética, que lleva años buscando nuevas fuentes para abastecer la baja producción de la central hidroeléctrica, apuesta por un parque solar

La concesionaria Norte Energia, propietaria de la usina Belo Monte, proyecta fundar un parque solar dentro del área de la propia usina hidroeléctrica, que se ubica sobre el río Xingu, en la región de Altamira (Pará). La intención de la empresa con la construcción del parque solar es ampliar la generación de energía, buscando otras fuentes alternativas.

Según el texto original de André Borges para la Estadão, ya hubo una solicitud de Norte Energia remitida a la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) sobre el proyecto del parque solar, sector que está recibiendo novedades en Brasil. Según la orden, la planta fotovoltaica se construiría en un área cercana a la presa más importante de la central hidroeléctrica, que corresponde exactamente al pueblo que se planeó para albergar a miles de empleados mientras la planta estaba en construcción.

Si bien el proyecto del parque solar aún se encuentra en etapa de estudio y análisis, la meta es que la planta tenga capacidad para alcanzar los 137,48 megavatios (MW), energía que fácilmente abastecería a unas 300 personas.

En un informe otorgado a Estadão, la concesionaria confirmó la información: “Norte Energia está estudiando la posibilidad de instalar una planta solar en el área utilizada por Vila Residencial en el momento de la construcción. En consecuencia, solicitó a la Aneel la concesión en cuestión”.

Nuevos diseños y fuentes.

Norte Energia ya había realizado otros intentos de proyectos complementarios para ampliar la producción de energía en la región de Belo Monte, como el parque solar. En 2019, la empresa se acercó al ente regulador y solicitó autorización para construir centrales térmicas, que son más costosas y más dañinas para el medio ambiente, factor que preocupa a las empresas, que ya están invirtiendo en mejores condiciones ambientales –, en las inmediaciones de la central hidroeléctrica. En ese momento, Norte Energia incluso pidió que se reformaran sus estatutos, para que dejara de ser una empresa con un único giro y pudiera invertir directamente oa través de sociedades en otras empresas, como una subsidiaria de propiedad total. En cuanto al proyecto de construcción de la central térmica, la concesionaria afirma que no hay una previsión concreta para el mismo.

Generación de energía por debajo de lo recomendado

Las intenciones de ampliar la producción de energía en Belo Monte a través de la creación de un parque solar están intrínsecamente relacionadas con la baja generación de energía en el central hidroeléctrica. Esta condición ya existía desde la planificación de la planta, lo que llevó a varios ingenieros a dudar de la viabilidad financiera de la planta.

Para viabilizar la subasta de la hidroeléctrica en 2010, el gobierno activó a Eletrobras, empresa estatal que posee el 49,98% de la concesionaria. Así, el 20% de la planta está en manos de los fondos de pensiones Petros, de Petrobras, y Funcef, de Caixa. Los otros propietarios son Cemig, JMalucelli, Light, Neoenergia, Sinobras y Vale. Norte Energia, por su parte, podrá operar la hidroeléctrica por un período de 35 años.

12 años después de la subasta y más de 40 mil millones de reales en inversiones, Norte Energia sigue buscando nuevas vías de ingresos, mientras que Belo Monte tiene que paralizarse durante varios meses, todos los años, por la caída del caudal del río Xingu en la estación seca.

El período seco del Xingu afecta significativamente el volumen de energía generada en la planta. Considerando que Itaipu tiene 14 MW, pero es binacional, Belo Monte, con 11.233 MW de potencia, ostenta el título de mayor usina hidroeléctrica de Brasil. Sin embargo, efectivamente, solo produce una media anual de 4.571 MW.

A principios de 2022, la temporada de inundaciones de Xingu, las turbinas de la planta operaron intensamente y entregaron más de 9 megavatios al mes. Sin embargo, esta producción desciende hasta los 300 MW en meses como agosto, septiembre y octubre. De esta manera, la central eléctrica principal de Belo Monte se apaga para evitar que sus turbinas se averíen.

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