Suspensión por tiempo indefinido de actividades en el astillero de Ipojuca, en Pernambuco, acompañada de deuda de R$ 1 mil millones con BNDES
El Astillero Atlântico Sul (EAS) anunció a sus accionistas y empleados el cierre indefinido de sus actividades en Ipojuca (PE).
Los controladores de los astilleros, los grupos Camargo Corrêa y Queiroz Galvão, ahora intentarán negociar las deudas que llegan a R$ 1 mil millones con la BNDES, su principal acreedor.
El anuncio se produjo poco más de un mes después de que el Astillero entregar su último buque, el buque “Portinari”, el último de los cinco aframax encargados por Transpetro.
Sin ingresos de allí, el astillero ya había despedido a gran parte de su personal en Ipojuca. En 2014, en el apogeo de su existencia, EAS contaba con 6 empleados directos y más de 2015 trabajadores tercerizados, pero en 3,6 tuvo que reducir su plantilla a XNUMX empleados.
Actualmente, el astillero cuenta con menos de 150 trabajadores y la expectativa es que solo queden 30 para realizar tareas de mantenimiento.Aun con mejoras en sus índices de productividad, el Astillero aún no ha podido hacer frente a las que se practican en Asia, que aún tiene subsidios del gobierno.
las deudas
Según información, el Astillero Atlântico Sul tiene una posición de caja de R$ 160 millones y el 10 de agosto vence una cuota de R$ 20 millones adeudada al BNDES.
El futuro del astillero es incierto e incluso no se descarta una petición de recuperación judicial y mientras se negocian las deudas, sus controladores buscan pedidos e incluso posibles compradores.
Los controladores incluso hablaron con Satco, que estaba interesada en adquirir la empresa, pero las conversaciones no tuvieron un resultado satisfactorio.
Otro intento de hacer pedidos se hizo junto con empresas de cabotaje, pero las incertidumbres en la industria de construcción naval brasileña, que está experimentando expectativa de la aprobación o no de una medida provisional que debería facilitar la importación de naves nuevas y usadas, hizo que las negociaciones no siguieran adelante.
El Astillero Atlântico Sul fue creado en 2005 y desde entonces acumula pérdidas de más de R$ 1 mil millones. En 2018, EAS tuvo una pérdida neta de BRL 70,1 millones y actualmente el astillero tenía menos de 150 trabajadores y la expectativa es que solo queden 30 para realizar tareas de mantenimiento.