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Antiguo portaaviones de la Armada hundido, llevándose consigo varios interrogantes sin resolver

4 de febrero de 2023 a 14: 27
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portaaviones, armada, hundimiento
El buque contiene unas 10 toneladas de amianto,

Mientras vagaba sin rumbo en aguas brasileñas, la embarcación militar provocó varios conflictos, controversias y pérdidas.

El ex portaaviones NAe São Paulo fue hundido por la Armada este viernes (03). Pero aún no se sabe si este fue el capítulo final de una gran polémica que se vive desde que se impidió a la embarcación navegar hacia Turquía, en octubre, donde sería desmantelada. Resulta que las autoridades brasileñas no garantizan si el hundimiento fue un procedimiento que no provocará riesgos ambientales, ni aclaran si monitorearán posibles daños al ecosistema marino.

Tampoco se sabe cómo ocurrió el hundimiento, ni cuánto costó la operación. El procedimiento se llevó a cabo a 350 kilómetros de la costa brasileña, en un área de más de 5 metros de profundidad, pero solo después de una decisión del Tribunal Federal. Ante eso, el Ministerio Público de la Federación solicitó al Juzgado Regional Federal de la V Región que se revise la decisión de hundir al ex portaaviones.

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Fuente: Noticias de la banda

El buque contiene unas 10 toneladas de amianto, un mineral potencialmente cancerígeno y tóxico. El hundimiento fue autorizado con base en un informe de la Marina que detalla las condiciones extremadamente precarias del casco. Según los militares, había un agujero de 5m x 2m parcialmente sumergido, otro de 0,3m x 0,3m en la línea de flotación y otro de unos 0,08 metros, ambos en el lado izquierdo (lado de babor).

Estos y otros daños provocaron la invasión de 2.787 metros cúbicos de agua en los compartimentos internos de la embarcación, lo que provocó que la embarcación se inclinara hacia el costado izquierdo. Estas condiciones plantean las siguientes preguntas: ¿hubo falta de atención por el procedimiento de retiro del ex portaaviones? ¿Sabías que cuidar mejor el barco favorecería el desguace verde en el futuro?

Gobierno de Pernambuco apunta a riesgos ambientales que pueden ser causados ​​por el hundimiento

El Gobierno de Pernambuco, a través de la secretaria de medio ambiente, advierte sobre la proliferación de una plaga, conocida como coral sol, que sería una gran amenaza para la biodiversidad marina del estado, pues naufragios como el del ex portaaviones favorecen el establecimiento de estas especies invasoras.

El Gobierno también recuerda el desastre ocurrido en 2019, cuando apareció una gran cantidad de petróleo en el litoral de Pernambuco. En aquella oportunidad, los científicos descubrieron que el origen del producto que invadía las playas y causaba enormes daños ambientales se ubicaba a más de 400 kilómetros de la costa. El hundimiento del antiguo portaaviones de la Marina ocurrió a una distancia más corta.

Por lo tanto, toda la sustancia tóxica que se encuentra en la embarcación que se conoce podría ser llevada a la costa por medio de las corrientes marinas.

Entiende cómo empezó toda esta polémica

¿Cómo 266 metros de longitud, una boca de mas de 50 metros e capacidad para desplazar unas 30 mil toneladas, el NAe São Paulo pertenecía a la Marina de Brasil desde 2000. El buque fue comprado a la Marina de Francia por US$ 12 millones. Al llegar aquí, se convirtió en el buque de guerra más grande de Brasil, e incluso en el buque militar más grande del hemisferio sur.

Pero mientras pertenecía a Brasil, el buque fue el centro de muchas controversias, desastres y daños. El año pasado, el antiguo portaaviones se vendió a un astillero en Turquía. Mientras navegaba por aguas marroquíes, con destino a un astillero turco, tuvo que regresar a Brasil después de que Greenpeace alertara de que había mucho amianto en el casco.

La Armada ordenó que el atraque se realizara en el Puerto de Suape, en Pernambuco. Pero el gobierno local no lo permitió, por el riesgo ambiental y sanitario y por la propia operación portuaria. La historia se difundió y luego ningún otro puerto brasileño aceptó recibir al ex portaaviones.

Sin rumbo fijo, el ex portaaviones deambulaba en círculos por aguas brasileñas, a 30 kilómetros de la costa de Pernambuco. Ya no pudiendo soportar la pérdida diaria del mantenimiento del buque y del remolcador mientras no se resolviera la situación, las empresas MSK Maritime Services & Trading y SÖK, compradoras del buque y responsables de lo que sería el desguace, decidieron ceder la propiedad.

La medida fue vista como un “abandono definitivo” por el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama). Entonces, la Armada, que había afirmado que el asbesto existente en la antigua NAe São Paulo no ofrecía riesgos para la salud al principio de toda la historia, decidió realizar el hundimiento.

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