Proyecto del Estado de Rio Grande do Norte sobre plantas de energía eólica será votado en Conema y, tan pronto como sea votado, será publicado y entrará en vigor

En una nueva propuesta, el Gobierno de Rio Grande do Norte sugiere que los nuevos proyectos de energía eólica con capacidad superior a 150 megavatios presenten estudios e informes de impacto ambiental (EIA-RIMA). La propuesta enfrenta una recomendación de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGE-RN), que propuso estudios para nuevos proyectos por encima de los 10 megavatios (MW).

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Según Hugo Fonseca, coordinador de Desarrollo Energético de la Secretaría de Estado de Desarrollo Económico (Sedec-RN), esta determinación creará directrices y normas para nuevos proyectos de energía eólica en Rio Grande do Norte. Según el diario digital Tribuna do Norte, el documento debe ser analizado por el Consejo Estatal de Medio Ambiente (Conema) este martes (15), y tan pronto como sea votado será publicado y entrará en vigor.

“La propuesta ya fue enviada al Concejo y está en proceso de ser remitida a los regidores. La audiencia está pautada para el día 15”, dice Hugo. Aún así, muestra preocupación por el rubro eólico, ya que la exigencia de estudios ambientales puede dificultar la inversión en un sector en el que Rio Grande do Norte es líder en producción de energía. “Ponemos el tamaño 'excepcional' para parques de más de 150 MW, pero sólo en la votación sabremos si los directores lo aceptan o no. Cualquier consejero puede sugerir o proponer cambios”, añade.

Para que Rio Grande do Norte se adapte a la ley nacional Conama, la regulación es fundamental. Tal y como recomienda la Fiscalía General del Estado, las centrales eléctricas, independientemente de que la fuente de energía sea eólica o cualquier otra, por encima de los 10 MW, necesitarían análisis ambientales para poder ser licenciadas. 

La presidenta de la Asociación Brasileña de Energía Eólica, Elbia Gannoum, señala: “La definición cuantitativa no resuelve el problema. Puedes crear restricciones donde no es necesario (EIA-RIMA), dependiendo de la diversidad, del bioma, y ​​puedes dejar libres áreas que lo necesiten cuando definas potencia. Entonces, la definición de potencia no es una solución técnica para el problema ambiental. La definición tiene que ser cualitativa, y espero que el trabajo que está haciendo la Sedec vaya en esa línea. Los demás estados también funcionan así”.

Por ejemplo, en Ceará, los estudios de impacto ambiental solo se requieren para proyectos de energía superiores a 150 MW. Para Elbia, la exigencia de pequeños proyectos puede reducir los inversores en Rio Grande do Norte.

“Si el Estado aplica una meta tan restrictiva como esta, lo que sucederá es que Rio Grande do Norte perderá inversiones [...] El inversionista llegará aquí y identificará tantas dificultades que migrará para otro lugar, y el estado perderás la oportunidad y la inversión”, agrega. 

Informe sobre áreas ambientales frágiles

Según Hugo Fonseca, la documentación que se votará en Conema es exigida por la EIA-RIMA en dos casos: instalación de parques eólicos en lugares sensibles y proyectos de tamaño “Excepcional”.

“Es decir, en áreas de fragilidad ambiental, Mata Atlántica, desertificación avanzada, áreas indígenas y quilombolas, que son más sensibles desde el punto de vista social y ambiental, se requerirá el EIA-RIMAS en estas áreas, independientemente de la potencia . [..] Los de tamaño excepcional ya presentarán un EIA-RIMA, independientemente de que se encuentren en una zona frágil o no. Normalmente, un tamaño excepcional ya sería de 150 MW”, explica el coordinador.

Recomendación de la PGE/RN

La recomendación fue cambiada debido a una inconsistencia vista por la agencia entre la regulación estatal de Conema y la resolución nacional del Consejo Nacional del Medio Ambiente (Conama). Rio Grande do Norte diferencia parques eólicos en micro (hasta 5 MW); pequeño (de 5 a 15 MW); medio (de 15 a 45 MW); grandes (de 45 a 135 MW); y excepcionales (por encima de 135 MW). Sin embargo, el Estado considera a todos los niveles como potenciales contaminadores ambientales.

Así, las centrales eólicas de Rio Grande do Norte están exentas de presentar el EIA-RIMA al Instituto de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente (Idema). A día de hoy sólo se solicita el Informe Ambiental Simplificado, ya que los emprendimientos tienen un bajo potencial contaminante. El EIA-RIMA exige una compensación ambiental de hasta el 0,5% del valor de la inversión.