Shell tiene planes de invertir alrededor de US$ 2 mil millones por año en sus actividades en Brasil hasta 2025, pero puede aumentar esta cantidad para aprovechar nuevas oportunidades de adquisición en las tres subastas de petróleo y gas.
El vicepresidente de exploración de Shell para América del Norte y Brasil, Martin Stauble, dijo durante OTC Houston 2019 que Brasil es actualmente el principal impulsor del Capex para la petrolera. A pesar del apetito por Brasil, el ejecutivo afirmó que el país aún tiene algunos desafíos: “Todavía es muy difícil obtener los permisos sísmicos”, informó.
El presidente global de la compañía, Ben van Beurden, asegura que la ofensiva de la compañía en el país no se centrará sólo en el sector petrolero y que el plan de expansión de la multinacional angloholandesa también incluye gas natural, biocombustibles y energía solar. Se descarta, a su vez, la entrada en refino.
Preguntado si la empresa está interesada en el paquete de ocho refinerías puestas a la venta por Petrobras, Ben van Beurden explicó que Shell ha vendido gran parte de sus activos de refinación en todo el mundo en los últimos años, y que el enfoque de la compañía hoy está en refinerías integradas con complejos petroquímicos y centros de comercialización globales. “Brasil puede convertirse en un centro integrado en el futuro, pero no para nosotros en este momento”, comentó.
El ejecutivo se reunió este miércoles 08 de mayo con el presidente Jair Bolsonaro para, según van Beurden, expresarle la "confianza y el compromiso" de Shell con el país y escuchar los planes del gobierno para el sector. La previsión de la compañía es que su producción en aguas profundas pueda superar el nivel de los 900 barriles de petróleo equivalente por día (BOE/día) en 2020 y que Brasil represente la mitad de ese volumen.
Según Beurden, Brasil está a la cabeza de la estrategia de crecimiento global de la empresa en aguas profundas. Ben van Beurden dijo que ve "atractiva" la subasta de excedentes de la cesión de derechos, prevista para octubre, porque se trata de activos con reservas probadas y en producción.
Shell produce actualmente alrededor de 375 BOE/día en Brasil. La petrolera opera Parque das Conchas y Bijupirá-Salema (Cuenca de Campos), y es socia de Petrobras en los principales campos del presal (Lula y Sapinhoá).
Mientras analiza potenciales pozos masivos en la costa de Brasil, Shell tiene la intención de perforar dos pozos de aguas profundas en México, uno a fines de año y otro en enero de 2020.
Shell, sin embargo, ve oportunidades para la integración en la cadena del gas natural. “Creemos en el gas como combustible del futuro y Brasil es un gran mercado, pero necesitamos definiciones políticas para desbloquear este mercado. Hay mucho gas disponible, sobre todo en el presal, que necesita encontrar un hogar”, dijo.
“Brasil es uno de los jugadores más destacados en biocombustibles en el mundo… En generación de energía, queremos crecer en este sector en las próximas décadas y Brasil tiene oportunidades fantásticas en esto, en energía solar, energía eólica, pero también en energía térmica a gas. generación, naturalmente”, dijo.
Ben van Beurden explica que la búsqueda de nuevos negocios en el área de renovables y generación de energía en Brasil es parte de la estrategia global de la petrolera para reposicionarse de cara a la transición energética hacia una economía baja en carbono. En febrero, la empresa anunció su debut en el sector energético en Brasil, al entrar con una participación del 29,9% en el consorcio responsable de la construcción de la usina termoeléctrica a gas Marlim Azul (565 megavatios), en Macaé (RJ), junto a Pátria Investimentos y Mitsubishi . La unidad consumirá gas presal de Shell.
