Los investigadores han desarrollado un diseño innovador que reduce la temperatura de las paredes hasta 3°C, ofreciendo una solución sostenible y eficiente sin desperdiciar energía.
Patrones en zigzag Pueden ser la solución para edificios con altas temperaturas. Esta es la propuesta de un estudio liderado por Qilong Cheng, De Universidad de Colombia, que reveló un diseño innovador para reducir la temperatura de las paredes hasta en 3°C, sin desperdiciar energía.
La idea de los investigadores promete ser un avance importante para combatir las crecientes demandas de refrigeración de los hogares, que ya consumen una parte importante de energía.
Los edificios y el impacto en el consumo energético
Hoy en día, los edificios representan el 40% del consumo energético global, además de ser responsables de más de un tercio de las emisiones globales de dióxido de carbono.
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Una parte importante de esta energía está destinada a aire condicionado, un recurso cuya demanda podría duplicarse de aquí a 2050, según estimaciones.
A medida que el planeta se calienta, soluciones de refrigeración pasiva – que no consumen energía – han ganado mucho protagonismo. Es en este contexto que la investigación de Cheng propone una alternativa práctica y sostenible para reducir el consumo de energía en las ciudades.
¿Cómo funciona el diseño en zigzag?
El diseño consta de muros estructurales con protuberancias que forman un patrón en zigzag, creando una configuración capaz de redirigir la energía solar lejos de los edificios.
Este diseño reduce la temperatura de las superficies externas a través de enfriamiento radiativo, un proceso que refleja la luz solar y emite radiación infrarroja al espacio.
Cheng explica que el diseño actúa como un filtro natural: “Con este tipo de diseño podemos tener un edificio más fresco. Entonces podremos reducir el consumo de energía para refrigeración."
Este enfoque es particularmente efectivo en áreas donde las paredes absorben no sólo el calor solar sino también la radiación del suelo, una limitación que enfrentan las estrategias convencionales como los techos pintados de blanco.
El potencial y los desafíos
Aunque prometedora, la solución presenta desafíos. El enfriamiento radiativo, que ya se explora en tejados y superficies horizontales, todavía enfrenta limitaciones en climas fríos. Durante el invierno, las paredes diseñadas para reflejar el calor pueden exacerbar la necesidad de calefacción.
Para solucionar este problema, el equipo de Cheng desarrolló una versión adaptable del diseño.
Incluye “aletas” articuladas que se pueden ajustar según la estación: en verano ayudan a reflejar el calor; en invierno aumentan la absorción térmica.
Un paso hacia el futuro
La investigación fue publicada en la revista. Nexus y destaca la importancia de innovar en las construcciones urbanas para combatir los efectos del cambio climático. Mientras tanto, las soluciones pasivas como el zigzag pueden suponer un alivio no sólo para la factura de la luz, sino también para el medio ambiente.
El estudio refuerza que afrontar la crisis climática requiere creatividad y adaptación. Y a veces el futuro puede esconderse en pequeños detalles, como un simple patrón geométrico.
Lo he visto en forma de tableros de revestimiento con una pirámide inclinada en la cara exterior.