La asociación económica entre Arabia Saudita y China desafía la hegemonía estadounidense y cambia el escenario geopolítico en Medio Oriente. Comprenda cómo el acuerdo decepcionó a Estados Unidos y reconfiguró las relaciones globales.
Recientemente, las relaciones entre Arabia Saudita, China y Estados Unidos han atravesado una fase de transformación. Estados Unidos, que durante décadas ha mantenido una asociación estratégica con Arabia Saudita, ahora enfrenta una situación incómoda. Fortaleciendo los lazos entre Arabia Saudita y China, ejemplificado por los nuevos acuerdos económicos y comerciales, ha dejado a Estados Unidos decepcionado y preocupado por las implicaciones geopolíticas de este movimiento. Siga leyendo para obtener más información sobre el acuerdo entre Arabia Saudita y China y por qué Estados Unidos está decepcionado.
Un nuevo acuerdo entre Arabia Saudita y China
Arabia Saudita y China han intensificado su cooperación en varios frentes, desde firma de memorandos de entendimiento por valor de 50 mil millones de dólares hasta la implementación de pactos comerciales. Estos nuevos acuerdos son parte de la estrategia más amplia de Arabia Saudita para diversificar sus asociaciones económicas, en línea con la iniciativa Visión 2030, que busca reducir la dependencia del petróleo y expandir la economía del país en otras áreas. Para Estados Unidos, este giro hacia China es visto como una amenaza directa a sus intereses económicos y geopolíticos.
Los recientes acuerdos entre Arabia Saudita y China, especialmente en sector energético, tienen un gran potencial para remodelar el panorama económico mundial. Saudi Aramco, el gigante petrolero saudí, ha ampliado sus inversiones en China, consolidándose como un proveedor clave de crudo para el país asiático. La asociación se profundizó con el objetivo de promover el comercio de petróleo en yuanes, una medida que desafía el dominio del dólar estadounidense en los mercados petroleros mundiales.
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Además, el volumen del comercio entre China y Arabia Saudita sigue creciendo rápidamente. En 2023, el comercio bilateral alcanzó aproximadamente 24,3 mil millones de dólares sólo en el primer trimestre, incluidos 13,7 millones en exportaciones sauditas, principalmente petróleo crudo. Este flujo de capital subraya la solidez de la relación económica entre los dos países, y se espera que la tendencia continúe en 2024, con un crecimiento considerable de las exportaciones e importaciones entre las naciones.
Estados Unidos está decepcionado con el cambio de rumbo
Estados Unidos ha expresado su decepción con Arabia Saudita por el fortalecimiento de las relaciones del país con China. Las preocupaciones de los estadounidenses son dobles: por un lado, temen la transferencia de tecnologías e infraestructuras críticas a China; por el otro, Se teme que la creciente interdependencia entre Arabia Saudita y China debilite la influencia de Estados Unidos en Medio Oriente..
A pesar de la afirmación del secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, de que Washington no exige que Arabia Saudita elija entre Estados Unidos y China, las acciones saudíes sugieren una clara preferencia por profundizar los vínculos con Estados Unidos. gigante asiático. Este enfoque pragmático de Arabia Saudita refleja su búsqueda de nuevas oportunidades económicas sin sentirse limitada por las alianzas tradicionales.
Acuerdo de Swap de Monedas y desdolarización
Uno de los pasos más importantes de esta nueva alianza fue el acuerdo de swap de divisas entre China y Arabia Saudita, valorado en 7 mil millones de dólares. Esta alianza permite a los dos países liquidar transacciones comerciales utilizando sus monedas locales, el yuan chino y el riyal saudí, sin necesidad de conversión a dólares estadounidenses. Este es un movimiento estratégico dentro de la convocatoria. “desdolarización”, una iniciativa que tiene como objetivo reducir la dependencia del dólar estadounidense en el comercio internacional.
Este acuerdo es particularmente simbólico dado el estatus del país como mayor exportador de petróleo del mundo y la posición de China como mayor consumidor de energía. EL La desdolarización podría tener profundas implicaciones para la economía global, desafiando la supremacía del dólar como moneda de reserva mundial y potencialmente lo que lleva a una mayor inflación y tasas de interés en los EE. UU..
El fin del acuerdo del petrodólar: un golpe para EE.UU.
Además del nuevo acuerdo con China, Los saudíes también causaron malestar en EE.UU. al poner fin al histórico acuerdo del petrodólar, vigente desde 1974.. Este acuerdo exigía que Arabia Saudita vendiera su petróleo exclusivamente en dólares estadounidenses, a cambio del apoyo militar y económico de Estados Unidos. Con la finalización de este acuerdo en junio de 2024, el país ahora puede vender petróleo en múltiples monedas, incluidos yuanes, euros, yenes e incluso monedas digitales.
Este cambio es importante porque podría debilitar aún más el dominio del dólar en los mercados energéticos mundiales. La caída de la demanda mundial del dólar podría tener repercusiones económicas para Estados Unidos, incluida la posibilidad de un aumento de la inflación y las tasas de interés y un mercado de bonos más débil.
Implicaciones geopolíticas y el futuro de la asociación chino-saudí
El fortalecimiento del acuerdo entre Arabia Saudita y China ha implicaciones que van más allá de la economía. El país asiático ha aumentado su influencia en Oriente Medio, no sólo a través de inversiones económicas, sino también asumiendo un papel mediador en la política regional, como lo demuestra la facilitación del acercamiento diplomático entre Arabia Saudita e Irán en 2023.
Mientras tanto, Estados Unidos enfrenta el desafío de reevaluar su posición y estrategia en Medio Oriente, una región que siempre ha sido considerada crucial para sus intereses geopolíticos. El nuevo escenario global, donde economías emergentes como China están ganando más protagonismo, requiere una respuesta estratégica de Estados Unidos para mantener su influencia.