Los estudiosos de la astronomía han descubierto un exoplaneta gigante, más grande que Júpiter, pero sorprendentemente ligero, con una densidad comparable a la de Júpiter.
Imaginemos un planeta tan ligero que su densidad sea comparable a la del poliestireno, tan cerca de su estrella que sus temperaturas alcancen niveles extremo y con una atmósfera llena de compuestos exóticos que parecen desafiar la lógica de la astronomía.
Este es el exoplaneta KELT-11b, que fue descubierto en 2016 a través del Telescopio Kilogrado Extremadamente Pequeño (KELT).
Según los estudiosos de astronomía, el planeta está clasificado como un exoplaneta gaseoso altamente inflado, perteneciente al “Júpiter calientes".
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Orbita la estrella KELT-11, una subgigante amarilla ubicada aproximadamente a 320 años luz de la Tierra, en la constelación de Sextans.
La proximidad del planeta a su estrella anfitriona le otorga características únicas, lo que lo convierte en uno de los objetivos más estudiados para la caracterización atmosférica en planetas extrasolares.
Con un radio 1,37 veces el de Júpiter y una masa significativamente menor, que representa sólo el 19% de la masa del gigante gaseoso del Sistema Solar, KELT-11b tiene una densidad extremadamente baja, estimada en 0,093 g/cm³.
Esto equivale a una densidad cercana a la del poliestireno, lo que lo convierte en uno de los planetas más inflados jamás descubiertos.
Órbita y condiciones atmosféricas.
El planeta completa una órbita alrededor de su estrella en sólo 4,7 días, a una distancia media de 0,06229 AU. Esta proximidad da como resultado altas temperaturas atmosféricas, estimadas en alrededor de 1.712 K (1.439 °C), lo que hace que su atmósfera se expanda notablemente.
Las observaciones realizadas en 2022 por el telescopio espacial CHEOPS de la Agencia Espacial Europea (ESA) permitieron mediciones precisas del radio del planeta, estimado en 181.600 km, con un margen de error inferior a 4.300 km.
Estas mediciones son cinco veces más precisas que las realizadas anteriormente con instrumentos terrestres.
Composición atmosférica
La atmósfera de KELT-11b ha atraído una gran atención por parte de los científicos debido a su composición química y características únicas.
Estudios espectroscópicos realizados en 2023 identificaron la presencia de vapor de agua en cantidades subsolares, así como elementos como cianuro de hidrógeno (HCN) y óxidos de titanio y aluminio.
Además, se detectó la presencia de sodio, lo que refuerza la complejidad química de la atmósfera.
Los análisis también indican que la atmósfera de KELT-11b está predominantemente libre de nubes, lo que permite una redistribución eficiente del calor entre el lado diurno y el lado nocturno del planeta.
Esto es particularmente interesante para estudios de transferencia de energía en las atmósferas de exoplanetas cercanos a sus estrellas.
Estudios de órbita desalineada y astronomía espectroscópica.
Otro aspecto intrigante es la órbita desalineada de KELT-11b con respecto al ecuador de su estrella. Las observaciones realizadas en 2022 estimaron un ángulo de proyección de -77,86 grados, lo que indica que el planeta tiene una trayectoria significativamente inclinada.
Esta desalineación puede ofrecer pistas sobre la dinámica gravitacional del sistema planetario y los procesos involucrados en la formación y evolución del planeta.
Importancia científica y estudios futuros.
KELT-11b se considera un laboratorio natural para la caracterización atmosférica, especialmente por su proximidad a una estrella brillante.
La baja densidad del planeta facilita el análisis espectroscópico de su atmósfera, lo que lo convierte en uno de los principales candidatos para estudios detallados con la próxima generación de telescopios espaciales como el Telescopio Espacial James Webb (JWST).
La combinación de alta temperatura, composición atmosférica exótica y órbita desalineada hace de KELT-11b un objeto valioso para investigar la formación de planetas gaseosos y las interacciones con sus estrellas anfitrionas.