A pesar de no estar permitido en la constitución, el ejecutivo quiere permitir la entrada de extranjeros del sector privado en el área Nuclear
El jueves pasado (11/04), Bento Albuquerque, ministro de Minas y Energía, declaró que el gobierno pretende liberar la extracción de uranio en Brasil en asociación con el sector privado, con miras a acelerar el Programa Nuclear Brasileño.
Actualmente, la constitución federal prohíbe la participación de empresas privadas porque considera la actividad estratégica del país y el monopolio debe ser de la Unión.
La intención del gobierno es articular cambios infralegales, sin necesidad de crear una PEC (Propuesta de Reforma Constitucional) que tiene que pasar por la aprobación del Congreso.
La medida pretende evitar el desgaste de las negociaciones con el Congreso Nacional, ya que el gobierno ha sufrido derrotas recientes en el intento de aprobar sus proyectos y los nuevos acuerdos han resultado muy difíciles con conversaciones fallidas.
Grupo de trabajo
Para tratar de aprobar su medida, el gobierno instaló un Grupo de Trabajo, coordinado por la Oficina de Seguridad Institucional (GSI), que está estudiando el tema de cara a posibles cambios en la constitución para que la participación del capital privado en el área Nuclear es posible y la expectativa es que los primeros resultados ya se presenten en junio.
La apertura al capital privado bajo el uranio brasileño tiene como objetivo captar inversores extranjeros e incluso nacionales para la reanudación de las obras de Angra 3.
El gobierno nunca ocultó que cambiaría el modelo de construcción de la planta para que las obras puedan reiniciarse lo antes posible. el nuevo aviso debe publicarse en junio y la expectativa es que las obras se reinicien a finales de año o principios del próximo.