Un día después de que comenzaran las reformas y el mantenimiento de la refinería de Pasadena, Chevron decidió interrumpir la transferencia y pedir a Petrobras que demuestre que la instalación funcionará como se prometió una vez que se cierre el trato, dicen fuentes conectadas al mercado.

Chevron Corp exigió a la estatal brasileña, Petrobras, pruebas de que la polémica refinería de Pasadena sigue funcionando antes de hacerse con la propiedad definitiva de la instalación en Texas, según fuentes vinculadas a este mercado. Como informamos aquí en el portal en enero de 2019, Chevrou declaró en medios internacionales especializados que adquirirá la refinería Pasadena Refining System Inc (PRSI) por US$ 350 millones. Fue diseñado para procesar alrededor de 112.229 barriles de petróleo por día y aún es propiedad de Petrobras.

El 2 de abril, la transferencia a Chevron terminó siendo abortada, justo cuando la refinería había comenzado las renovaciones y el mantenimiento el día anterior.

"Seguimos esperando que la transacción de PRSI se cierre este trimestre", dijo el lunes el portavoz de Chevron, Braden Reddall.

Ningún vocero de Petrobras se ha pronunciado hasta la fecha.

El viernes pasado, PRSI presentó a la Comisión de Calidad Ambiental de Texas (TCEQ) que estaba reanudando la instalación de craqueo catalítico de fluidos de 56.000 bpd.

Pero el pasado sábado acabó cerrado. El reformador convierte los subproductos de la refinación en componentes que aumentan el octanaje combinados con gasolina.