Un avance sorprendente en el campo de las comunicaciones lo han conseguido unos investigadores que han conseguido interceptar y descifrar mensajes submarinos directamente desde el aire.
Científicos de Princeton y la MIT Consiguieron decodificar mensajes submarinos mediante radar, sin tocar el agua. La técnica permite decodificar señales acústicas emitidas bajo la superficie a partir de las vibraciones generadas en el agua.
Estos signos, que antes se consideraban protegidos, ahora se han manifestado. vulnerable. Las pruebas se realizaron en el lago Carnegie y funcionaron incluso con vientos y olas.
El equipo utilizado era común, lo que aumenta las preocupaciones sobre la facilidad de aplicación.
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Método discreto y difícil de detectar
La innovación se basa en la lectura de las vibraciones microscópicas provocadas por las ondas sonoras submarinas. Un radar envía señales que rebotan en estas vibraciones. Luego, los algoritmos interpretan los datos para reconstruir el mensaje.
La técnica no depende del contacto directo con el agua. Esto hace que el proceso sea casi invisible, ideal para vigilancia o interceptación sin ser notado.
Incluso sin conocer los parámetros de transmisión, los investigadores pudieron leer los mensajes. Es una evolución respecto a estudios anteriores, como el del propio MIT en 2018. Antes, la comunicación debía ser cooperativa. Ahora esto ya no es necesario.
Implicaciones para la defensa, el petróleo y el clima
Las aplicaciones del descubrimiento son amplias. Puede tener impacto en la defensa, como las comunicaciones submarinas, y también en el sector energético, en las plataformas petrolíferas. Incluso áreas civiles como las de vigilancia meteorológica y operaciones de rescate podrían verse afectadas.
El principal riesgo es el espionaje. La vulnerabilidad de las comunicaciones submarinas exige una respuesta rápida.
El equipo ya ha propuesto soluciones. Entre ellos, cambios en el diseño de los emisores acústicos para dificultar la lectura externa. Esto puede fortalecer la seguridad de estas transmisiones.
Los investigadores dicen que continúan realizando pruebas. El objetivo ahora es mejorar aún más la precisión del sistema y pensar en aplicaciones que podrían ser positivas.
El descubrimiento, a pesar de los riesgos, muestra el avance de la tecnología y cómo ésta puede cambiar reglas que antes se daban por sentadas. Incluso la barrera que antes era fiable entre el agua y el aire ya no es tan segura.