Los BRICS están cambiando las reglas del juego económico global. Con la inclusión de nuevos miembros, el bloque desafía la hegemonía del dólar y promueve un orden financiero multipolar, poniendo a Brasil en el punto de mira.
El mundo está siendo testigo de una transformación económica sin precedentes. Detrás de escena de un nuevo orden financiero, un bloque de países emergentes está ganando prominencia y sacudiendo las estructuras del sistema global.
Una pregunta flota en el aire: ¿es este el fin de la hegemonía del dólar? En el epicentro de este movimiento se encuentra el BRICS, grupo formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que recientemente amplió su influencia incorporando nuevas naciones como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos e Irán.
Con propuestas ambiciosas como la desdolarización y el fortalecimiento de las monedas locales, el bloque está dando forma al futuro de las relaciones internacionales. ¿Pero hasta dónde pueden llegar los BRICS?
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Los nuevos BRICS: expansión histórica y desafíos
Los BRICS, creados oficialmente en 2009, tenían como objetivo inicial promover un crecimiento económico sostenible entre sus miembros fundadores: Brasil, Rusia, India y China. En 2010, Sudáfrica se unió al grupo, consolidando el nombre BRICS.
A partir de enero de 2024, nuevas adhesiones ampliaron el bloque, incluyendo a Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Irán, Egipto, Etiopía y Argentina (que luego declinó su membresía). Esta expansión colocó a los BRICS en el centro de las discusiones globales sobre gobernanza económica.
Actualmente, los miembros del BRICS representan alrededor del 31,5% del PIB global y más del 40% de la población mundial. de acuerdo a CNN Brasil. Esto coloca al grupo en una posición estratégica para desafiar a instituciones tradicionales como el FMI y el Banco Mundial.
Sin embargo, la diversidad de intereses entre los países miembros todavía presenta un obstáculo importante para la coordinación de políticas conjuntas.
Desdolarización: el movimiento más audaz de los BRICS
Entre las iniciativas más debatidas de los BRICS está la desdolarización, que busca reducir la dependencia del dólar estadounidense en el comercio internacional.
Hoy en día, el dólar domina alrededor del 88% de las transacciones globales, según el Banco de Pagos Internacionales (BPI).
Esta hegemonía otorga a Estados Unidos una influencia desproporcionada, lo que permite sanciones que afectan profundamente a otras naciones.
En respuesta, los BRICS han alentado el uso de monedas locales en transacciones bilaterales. Por ejemplo, Brasil y China ya utilizan el yuan en gran parte de sus acuerdos comerciales, especialmente en el sector de las materias primas.
Además, el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), también conocido como Banco BRICS, ofrece financiación para proyectos de infraestructura sin depender exclusivamente del dólar.
Dilma Rousseff, presidenta del NBD, declaró durante la cumbre de Johannesburgo de 2023: “Necesitamos una nueva gobernanza financiera global.
El uso del dólar como arma es inaceptable”. Pese a ello, estudios como el del Atlantic Council de junio de 2024 muestran que los avances en materia de desdolarización aún son limitados.
Brasil en el centro del escenario
Para Brasil, los BRICS representan una oportunidad de fortalecer su posición global y diversificar sus relaciones económicas.
En 2023, China se consolidó como el principal socio comercial de Brasil, absorbiendo más de 70 mil millones de dólares en exportaciones. Esta relación ha sido vital para la agroindustria y otros sectores de la economía.
Sin embargo, Brasil enfrenta el desafío de equilibrar su participación en los BRICS con sus relaciones con Occidente. Robson Gonçalves, economista de la FGV, advierte: “Estar en los BRICS no significa enemistarse con Occidente. Brasil necesita posicionarse como mediador diplomático”.
Los nuevos integrantes: ¿fuerza o fragmentación?
La inclusión de países como Arabia Saudita e Irán trajo economías sólidas al bloque, especialmente en el sector energético. Sin embargo, la diversidad de agendas nacionales puede dificultar la gobernanza de los BRICS.
Según Roberto Dumas, profesor del Insper, el “éxito del grupo dependerá de la capacidad de alinear diferentes intereses”.
Geopolítica y el nuevo orden global
O BRICS también juega un papel geopolítico crucial. Rusia busca escapar de las sanciones occidentales, mientras que China utiliza el bloque para fortalecer su iniciativa de la Franja y la Ruta. Brasil, a su vez, intenta adoptar una política exterior pacifista y multilateralista, buscando acuerdos bilaterales ventajosos.
El futuro de los BRICS: limitaciones y posibilidades
El futuro de los BRICS dependerá de su capacidad para superar desafíos internos, como las desigualdades económicas y las tensiones geopolíticas.
Sin embargo, las oportunidades son inmensas, incluido el desarrollo de un sistema alternativo a SWIFT y la inversión en tecnología.
¿Podrán los BRICS consolidar un nuevo orden económico global o se verán obstaculizados por sus propias diferencias?
Vivirás en Estados Unidos, nosotros estamos en Brasil. brasil es nuestro
Tenemos que tomar la iniciativa, Brasil es un país que tiene la oportunidad y la capacidad de salir de la esclavitud estadounidense, no solo Brasil sino todas las naciones que forman parte de los Brics, los impuestos y las sanciones son el arma estadounidense, los países tienen que Abran los ojos. Los estadounidenses no trabajan para ganarse la vida. Esclavizan a las naciones.
¿Por qué a la gente le gusta escupir en el plato que come? ¿Si no de nuestro querido Brasil? Piérdete, no te extrañaremos.