Con costos exorbitantes para transportar materiales desde la Tierra, los investigadores están explorando alternativas innovadoras y sostenibles para la construcción en Marte, aprovechando los recursos locales y sorprendentemente… ¡el propio cuerpo humano!
¿Construcción en Marte con sangre humana? El planeta rojo ya no es sólo el tema de las películas de ciencia ficción, sino que se ha convertido en uno de los mayores desafíos de la ingeniería y la arquitectura modernas. Los investigadores están explorando formas innovadoras de permitir la colonización humana en un entorno tan hostil. ¿Y si la solución a la construcción en Marte estuviera en el propio cuerpo humano?
Transportar materiales desde la Tierra a Marte tiene un coste astronómico: se estima que enviar un solo ladrillo podría costar hasta dos millones de dólares. Esta desafiante realidad ha llevado a los científicos a buscar alternativas más accesibles y sostenibles, utilizando recursos locales y, sorprendentemente, fluidos corporales humanos.
El tesoro escondido del planeta rojo
El suelo de Marte, conocido como regolito, es un fino polvo mineral que abunda en el planeta. Este material se considera prometedor para la construcción en Marte, pero su estructura natural es demasiado frágil para usarse solo.
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Aquí es donde entra en juego una solución creativa propuesta por investigadores de la Universidad Kharazmi en Irán: mezclar el regolito con una proteína que se encuentra en la sangre humana, la albúmina sérica. Esta combinación da como resultado un material llamado AstroCrete, cuya resistencia es comparable a la del hormigón tradicional.
La idea está inspirada en las antiguas técnicas romanas, cuando los albañiles añadían sangre animal al mortero para aumentar su durabilidad. En Marte, la tecnología moderna permitiría replicar este enfoque, aprovechando la albúmina para crear estructuras resistentes y duraderas.
Sangre, sudor y orina: los ingredientes de AstroCrete
La contribución del cuerpo humano no se limita a la sangre. Los estudios indican que agregar urea (presente en la orina y el sudor) a AstroCrete puede aumentar su resistencia hasta en un 300%. Estos avances convierten al material en una opción viable para la construcción en Marte, especialmente considerando las dificultades para transportar recursos.
Sin embargo, no todo es tan sencillo. La producción de AstroCrete depende directamente de la disponibilidad de fluidos corporales. Cada astronauta podría donar suficiente plasma para fabricar sólo una pequeña cantidad de hormigón cada 72 semanas. Esto significa que construir una sola casa requeriría el esfuerzo combinado de varios colonos marcianos.
Impresión 3D y otras alternativas
Para hacer el proceso más eficiente, tecnologías como Impresión 3d podría usarse para fabricar estructuras con AstroCrete. Además, la presencia de carbonato cálcico en Marte podría servir como complemento para crear un mortero aún más resistente.
También se están estudiando otras soluciones, como el uso de hormigón a base de polímeros o azufre. Pese a ello, AstroCrete destaca por su reproducción directa a partir de recursos locales y renovables, eliminando la necesidad de transporte masivo de materiales desde la Tierra.
Los desafíos de la colonización y los sacrificios de los pioneros
El uso de fluidos corporales para la construcción en Marte puede parecer sacado de un guión de ciencia ficción, pero refleja los verdaderos desafíos de colonizar otro planeta. Los primeros colonos marcianos tendrán que ser increíblemente autosuficientes y utilizar todos los recursos (incluidos sus propios cuerpos) para garantizar la supervivencia y el progreso de la misión.
Si bien este enfoque requiere sacrificios, también simboliza la adaptación humana a las condiciones extremas del Planeta Rojo. Además, soluciones como AstroCrete resaltan la creatividad y la innovación necesarias para afrontar los desafíos de construir un futuro extraterrestre.
Construcción en Marte con sangre humana
A medida que avanza la investigación, la idea de construir en Marte con sangre humana es más que una curiosidad científica. Representa la búsqueda de la autosuficiencia en un entorno donde cada recurso cuenta. Aunque la perspectiva de utilizar el cuerpo humano como parte del proceso de construcción es desafiante, también simboliza la resiliencia de la humanidad frente a las adversidades del espacio.
Colonizar el Planeta Rojo es todavía un sueño lejano, pero soluciones innovadoras como AstroCrete están acercando este sueño a la realidad. A medida que los científicos continúan explorando nuevas posibilidades, la idea de construir una casa en Marte se vuelve cada vez más plausible. ¿Y quién sabe? Un día, la sangre humana podría ser la base de un mundo nuevo.
Sólo podría ser una idea árabe…