Con siete nuevos bloques en la Cuenca de Santos, la subasta del presal promete revolucionar el sector energético brasileño. Además de miles de millones en ingresos, el gobierno está avanzando en la sostenibilidad con objetivos de biodiesel y Renovabio. El evento ya está considerado el más grande de la historia bajo el régimen de producción compartida.
Con cifras impresionantes y el peso de un recurso estratégico, la mayor subasta petrolera de la historia de Brasil ya está empezando a mover el sector energético mundial.
La expectativa gira en torno a miles de millones en ingresos e inversiones, pero una pregunta aún intriga: ¿quién se llevará la mayor tajada esta vez?
El pasado martes, el Consejo Nacional de Política Energética (CNPE) anunció la inclusión de siete bloques en la capa presal de la Cuenca de Santos en el programa de Oferta Permanente de la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP).
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Se espera que en junio se subasten los bloques de Cerusita, Aragonita, Rodocrosita, Malaquita, Ópalo, Cuarzo y Calcedonia, en la que ya se considera la mayor subasta bajo el régimen de producción compartida en cuanto al número de áreas ofertadas.
El peso económico de los bloques ofertados
Estos bloques prometen transformar el sector petrolero en Brasil.
Con ingresos previstos de R$ 220 mil millones durante la vida útil de los proyectos e inversiones de R$ 214 mil millones en el mismo período, la subasta refuerza el protagonismo de la Cuenca de Santos como principal fuente de petróleo del país.
Además, el bono de contratación esperado alcanza los R$ 874 millones, montos que resaltan la importancia estratégica de estas áreas.
Ubicados en el polígono presalino, los bloques ya están atrayendo la atención de gigantes internacionales, sobre todo teniendo en cuenta la historia reciente en la que las empresas chinas dominaron gran parte de los contratos.
China: protagonista de la última subasta petrolera
En la más reciente subasta del presal, empresas chinas, como las estatales CNOOC y CNPC, consiguieron importantes participaciones en bloques estratégicos, fortaleciendo su posición en el mercado brasileño.
Con ofertas agresivas y un creciente apetito por recursos energéticos, China se ha consolidado como uno de los mayores inversores en la exploración del presal brasileño.
Este movimiento refuerza las expectativas de que, en la próxima subasta, el país asiático pueda volver a desempeñar un papel central, aunque competidores tradicionales, como Estados Unidos y Europa, también están atentos a los bloques ahora disponibles.
Sostenibilidad e innovación en el sector energético
Además del petróleo, el CNPE también trajo a la reunión temas de sostenibilidad.
Una resolución aprobada autoriza el uso de aceites y grasas residuales en la producción de biodiesel, diésel verde y combustible de aviación sustentable (SAF).
Esta medida está en línea con la Futura ley de combustibles y refleja el esfuerzo del gobierno por equilibrar la exploración de recursos fósiles y prácticas más limpias.
Los objetivos mínimos para mezclar estos aceites con biocombustibles serán regulados conjuntamente por los Ministerios de Minas y Energía y Medio Ambiente.
Esto debería impulsar una nueva cadena productiva sostenible, generando beneficios económicos y ambientales.
Apoyo a la industria nacional
La reunión del CNPE también reforzó el compromiso con el contenido local.
Se definieron las tarifas mínimas para la construcción de nuevos buques tanque en Brasil, estableciendo que estos buques deben contener al menos el 50% de los bienes y servicios producidos en el país.
Esta medida busca fortalecer la industria naval nacional, con impactos positivos en la generación de empleo y estimulando el desarrollo tecnológico.
Los nuevos barcos se utilizarán para el cabotaje de petróleo y productos petrolíferos, reforzando la infraestructura logística del sector.
Renovabio y el objetivo de descarbonización
En el ámbito medioambiental, el programa Renovabio definió nuevos objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para el periodo comprendido entre 2025 y 2034.
El objetivo global prevé una reducción del 11,37% en la intensidad de carbono para 2034, en comparación con los niveles de 2018.
Para 2025, la meta es generar 40,39 millones de Créditos de Descarbonización (CBIO), lo que equivale a la eliminación de 40,39 millones de toneladas de CO₂ equivalente de la atmósfera.
Estas metas serán detalladas por la ANP, considerando la participación de cada distribuidora en el mercado de combustibles fósiles.
¿Quién será el próximo protagonista?
Con tantos factores en juego, la próxima subasta del presal promete ser decisiva para el futuro del sector energético en Brasil.
Los bloques de la Cuenca de Santos aportan un potencial económico inconmensurable, mientras que las nuevas resoluciones apuntan a un camino más sostenible e innovador.
Sin embargo, la pregunta central sigue siendo: ¿Seguirá China dominando los contratos o nuevos actores sorprenderán al mercado?