Las propuestas que están analizando el Senado Federal y la Cámara de Diputados tienen como objetivo endurecer las leyes de tránsito, haciendo que delitos como el homicidio intencional no sean sujetos a fianza y aumentando las penas para los conductores que conducen bajo los efectos del alcohol o las drogas. Los cambios podrían transformar drásticamente la vida de los conductores brasileños.
Imagínese estar al volante y, en un abrir y cerrar de ojos, encontrarse con una nueva ley que no sólo aumenta drásticamente las penas, sino que también hace que determinadas infracciones sean prácticamente imperdonables.
Parece una escena de una película, ¿verdad? Pero, de hecho, esta realidad está cada vez más cerca y las consecuencias pueden ser devastadoras para quienes no prestan atención a los cambios.
El Senado Federal está analizando una proyecto de ley que podría transformar radicalmente el Código de Tránsito Brasileño (CTB), imponente normas mucho más estrictas para los conductores involucrados en accidentes, especialmente aquellos que consumen alcohol u otras sustancias psicoactivas.
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Cambios propuestos al Código de Tránsito Brasileño
Segundo o Proyecto de ley (PL) 1229 / 24, propuesto por el senador Fabiano Contarato (PT-ES), cualquier conductor implicado en un accidente de tráfico será obligados a realizar pruebas y exámenes para detectar la presencia de alcohol o sustancias psicoactivas en su organismo.
Este cambio pretende colmar lagunas en la legislación actual, que sólo sugiere, pero no exige, que los conductores se sometan a dichas pruebas. Si se prueba el uso de sustancias y el accidente resulta en la muerte, el conductor puede enfrentar consecuencias graves: el homicidio pasará a ser un delito sin fianza, sin posibilidad de indulto o amnistía.
La propuesta de Contarato, que modifica el artículo 277 del CTB, busca hacer obligatorio pruebas de alcoholemia o toxicológicas para conductores implicados en accidentes graves. Actualmente, la ley menciona que el conductor “podrá ser sometido” a tales pruebas, pero con la nueva redacción la obligación pasará a ser ineludible.
Además, el PL también propone un cambio en el artículo 301 del CTB, ordenándose la detención del conductor en el acto si se constata consumo de alcohol o drogas, incluso si prestó asistencia inmediata a la víctima.
Justificación de la nueva legislación
La justificación del senador para estos cambios es el alarmante aumento de los accidentes de tráfico mortales, muchos de los cuales implican a conductores bajo los efectos de sustancias psicoactivas.
Según Contarato, la legislación actual ha fallado en su función preventiva, y es necesario endurecer las reglas para proteger vidas. “Ya no podemos tolerar la impunidad en el tráfico”, afirmó el senador en un comunicado oficial.
Otras propuestas para endurecer las penas
Otra propuesta que también está en marcha y promete endurecer las penas para los delitos de tránsito es la PL 1002/2024, del diputado Delegado Palumbo (MDB-SP). Este proyecto pretende incluir el homicidio doloso en la conducción de un vehículo de motor en la lista de delitos de tránsito, con una pena de prisión de seis a 20 años.
Además, el PL propone aumentar las penas para los casos de falta de asistencia, sugiriendo penas de prisión de seis meses a un año y multa, en lugar de una sola de estas penas, como está estipulado actualmente.
Estos cambios representan una respuesta directa al creciente número de accidentes graves en el tráfico brasileño y a la menor disposición de los conductores a someterse a una prueba de alcoholemia.
Según el congresista Palumbo, el objetivo es reforzar la responsabilidad de los conductores y garantizar que quienes opten por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas afronten las consecuencias legales de sus actos.
“Ponerse al volante en estas condiciones es como empuñar un arma cargada; el riesgo es real y las consecuencias podrían ser fatales”, enfatizó recientemente el parlamentario al comentar el proyecto que propuso.
Estas nuevas medidas tienen el potencial de tener un impacto significativo en el comportamiento de los conductores brasileños, pero también plantean dudas sobre la aplicabilidad y eficacia de estos castigos.
¿Son realmente leyes más estrictas la solución para reducir los accidentes de tránsito en Brasil? ¡Deja tu opinión en los comentarios!