La Línea, prevista para albergar a 1,5 millones de personas en más de 170 kilómetros de longitud, ya enfrenta críticas por retrasos, dificultades de inversión y informes de más de 21.000 muertes de trabajadores desde que comenzó el proyecto.
Arabia Saudita ha atraído la atención mundial con proyectos ambiciosos, pero pocos han generado tanta curiosidad como The Line, una megaciudad planificada que promete reinventar el concepto de urbanización. Sin embargo, el gobierno saudí admitió recientemente que el proyecto tardará al menos 50 años en completarse. La pregunta que queda es: ¿a qué se debe este retraso y cuáles son los verdaderos desafíos de esta monumental empresa?
¿Cuál es la visión de The Line y Arabia Saudita?
La Línea forma parte del proyecto Neom, pieza clave en Visión 2030, que busca diversificar la economía Arabia Saudita, actualmente dependiente del petróleo. Con 170 kilómetros de largo y sólo 200 metros de ancho, la ciudad sería completamente sostenible y albergaría a 1,5 millones de personas en una estructura vertical cubierta de espejos. Internamente, el lujo y la tecnología de punta serían protagonistas, con sistemas de inteligencia artificial y transporte ultrarrápido.
La idea detrás de The Line no es sólo crear una ciudad, sino un símbolo global de innovación y modernidad. Al desafiar los conceptos tradicionales de urbanización, el proyecto busca colocar a Arabia Saudita en el centro del escenario mundial. Sin embargo, transformar un desierto en un oasis tecnológico no es tarea fácil.
- La Gran Muralla Solar de China: cómo el proyecto fotovoltaico MÁS GRANDE del mundo está transformando el desierto e impresionando a la NASA
- Construcción: un nuevo muro gigante de 6,14 millones de dólares se levanta a tres kilómetros de distancia y transformará la India
- ¡Así construyó China 20 MIL casas en África en 3 DÍAS!
- Estudiante de doctorado inventa un sistema de encofrado que reduce el uso de hormigón hasta un 60% y el refuerzo de acero hasta un 90%, reduciendo emisiones y residuos
Los desafíos que enfrenta el proyecto The Line
Inicialmente, el gobierno prometió que La Línea estaría operativa para 2030. Sin embargo, el ministro de Finanzas, Mohammed Al-Jadaan, reveló que el proyecto completo tardará más de 50 años. “No somos tontos”, dijo, destacando que construir una ciudad de esta magnitud requiere una planificación a largo plazo.
La falta de inversores internacionales ha sido otro obstáculo. Los analistas sugieren que el escepticismo sobre la viabilidad del proyecto y los elevados costes que implica ahuyentan a los potenciales financistas. La dependencia de la economía saudí de los volátiles precios del petróleo empeora la situación.
El impacto humano y ético de la construcción
Detrás de la grandeza del proyecto, hay un costo humano alarmante. Los informes indican que más de 21.000 trabajadores migrantes han muerto desde el inicio de Visión 2030, muchos de ellos en condiciones que rayan la esclavitud. Las acusaciones de retrasos en los salarios y jornadas laborales agotadoras han empañado la imagen de la empresa.
Aunque The Line se promociona como un modelo de sostenibilidad, los críticos advierten sobre daños ecológicos. La construcción a gran escala amenaza ecosistemas únicos en el Mar Rojo y requiere cantidades exorbitantes de energía y agua para mantener las operaciones.
Una apuesta a largo plazo
Con la nueva previsión de finalización para 2070, el gobierno espera crear una ciudad que será un hito en la historia de la arquitectura y el urbanismo. Pese a ello, los expertos señalan que serán necesarios ajustes importantes para alcanzar los objetivos declarados.
La percepción global de The Line sigue dividida. Mientras algunos ven el proyecto como un hito visionario, otros lo consideran una apuesta arriesgada, especialmente dadas las críticas sobre los derechos humanos y los impactos ambientales.
The Line es un proyecto que mezcla innovación, ambición y controversias a partes iguales. Si bien la idea de una megaciudad futurista es fascinante, el costo humano y ambiental ya plantea preguntas difíciles. El gobierno saudí insiste en que esto no es una tontería, sino una visión a largo plazo.
El hombre hace planes; pero el Creador, Sustentador del universo, es quien permite o no la realización de tal hazaña que recuerda a la Torre de Babel.😏
¿No sería más inteligente hacerlo en módulos, pasos? ¿Sin tener que tener lista toda la ciudad de golpe? ¿Por qué esperar 50 años para abrir y entonces toda la tecnología utilizada quedará obsoleta? En otras palabras, hielo seco. Esto parece más un proyecto para blanquear y malversar dinero que un objetivo real de urbanización.