El uso de etanol en motores de combustión evitó la emisión de más de 566 millones de toneladas de CO2 en Brasil, equivalente a la suma anual de los 5 países vecinos

El etanol genera un 90% menos de emisiones que la gasolina y es reconocido internacionalmente por no representar un riesgo para los bosques nativos

Los automóviles con motores flex-fuel fueron lanzados en Brasil en marzo de 2003 y, desde entonces, la nueva tecnología que permite el uso de etanol como combustible evitó la emisión de más de 566 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera en Brasil, informó el Sindicato de la Industria. de Caña y Azúcar (Unica). El volumen es equivalente a las emisiones anuales agregadas en los países vecinos: Argentina, Venezuela, Chile, Colombia y Uruguay.

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La información se basó en la metodología de medición del estándar de emisión de gases de efecto invernadero (GEI) de los combustibles, establecida por la Política Nacional de Biocombustibles – RenovaBio, y se utilizaron datos de la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP).

Renovabio controla el 86% del alcohol (anhidro e hidratado) comercializado en Brasil

Actualmente, el 86% del etanol que se vende en el país está certificado por RenovaBio, lo que garantiza la trazabilidad y la efectividad en la reducción de emisiones y la anulación de la deforestación directa e indirecta, dijo la entidad.

“La pandemia de covid-19 reforzó la urgencia de tomar medidas efectivas para combatir el cambio climático. En Brasil, como en ningún otro lugar del mundo, tenemos una industria madura de combustibles renovables, que viene contribuyendo año tras año a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero", analizó Evandro Gussi, presidente de Unica, destacando que la Agencia Internacional para Energia (AIE) ya ha señalado la importancia de programas como Renovabio para conseguir cero emisiones en 2050.

La sostenibilidad de la cadena se ve reforzada por el uso de subproductos de la producción de etanol para generar electricidad baja en carbono. En 2020, la bioelectricidad ofrecida a la red por el sector sucroenergético creció 1% con respecto a 2019, con un volumen de 22.604 GWh. De este total, el 83% se ofreció entre mayo y noviembre, período poco lluvioso.

El etanol genera un 90% menos de emisiones que la gasolina y es reconocido internacionalmente por no representar un riesgo para los bosques nativos

Según el Balance Energético Nacional 2021, publicado por la Empresa de Investigación Energética (EPE), la caña de azúcar representa el 19,1% de toda la oferta de energía primaria en Brasil, teniendo en cuenta el etanol y la bioelectricidad, y el 39,5% de toda la energía renovable.

EPE también afirma que el etanol genera un 90% menos de emisiones que la gasolina, y que es reconocido internacionalmente por no representar un riesgo para los bosques nativos. Las plantaciones de caña de azúcar destinadas a la producción de etanol ocupan sólo el 0,8% del territorio nacional y están ubicadas a más de 2 mil kilómetros de la Amazonía.

“La sostenibilidad es un diferencial estratégico del sector sucroenergético reconocido en Brasil y en el mundo, y forma parte de la propuesta de valor de los productos derivados de la caña de azúcar, esencial para la recuperación sostenible del crecimiento económico del país”, concluyó Gussi.

Raízen ayudará a Brasil a expandir el etanol a nivel mundial al otorgar licencias de tecnología de segunda generación a otros países

Francis Queen, vicepresidente de etanol, azúcar y bioenergía de Raízen, afirmó que la empresa puede licenciar tecnología de etanol de segunda generación, o 2G, a otros países, “Necesitamos tener más países productores, esto es fundamental para que el etanol sea un commodities global”, dijo la tarde del pasado martes 25, durante el evento Fenasucro & Agrocana Trends.

En el mismo evento estuvo presente el director de Biocombustibles del Ministerio de Minas y Energía, Pietro Mendes, quien dijo que el gobierno está trabajando para expandir el etanol a nivel mundial tanto en términos de políticas públicas como con el sector privado. “Es importante que otros gobiernos entiendan cómo Brasil ha desarrollado una política pública sobre el etanol, cómo es la regulación. Pero eso tampoco funciona sin el sector privado”, dijo.

Presidente de Volkswagen en América Latina dice que el momento actual es crítico para definir si Brasil "será o no protagonista" en etanol. "La tecnología y la energía están cambiando muy rápidamente, y debemos aceptar eso".