1. Início
  2. / Economía
  3. / Gobierno aprueba impuesto a los eructos: Más de 16 mil toneladas de emisiones ganaderas serán gravadas hasta 2035
tiempo de leer 4 min de lectura Comentários 0 comentarios

Gobierno aprueba impuesto a los eructos: Más de 16 mil toneladas de emisiones ganaderas serán gravadas hasta 2035

Por Escrito bruno teles
Publicado em 20/12/2024 às 23:42
Gobierno aprueba impuesto a los eructos: Más de 16 mil toneladas de emisiones ganaderas serán gravadas hasta 2035
Los eructos del ganado son una de las principales fuentes de metano, un gas de efecto invernadero extremadamente potente que se libera durante la digestión. Gravar estas emisiones es un intento de reducir el impacto ambiental de la ganadería, un sector importante

La medida comienza con un impuesto de 43 dólares por tonelada de CO2 y se espera que alcance los 106 dólares en 2035, lo que afectará a más de 1,5 millones de cabezas de ganado y trasladará miles de millones a la economía agrícola danesa.

Dinamarca vuelve a estar en el centro de atención mundial, pero esta vez no es por sus famosos diseños minimalistas ni su envidiable calidad de vida. El país aprobó el primer “impuesto a los eructos” del mundo, una medida destinada a gravar las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el ganado. Suena como algo sacado de una comedia, ¿no? Pero esta decisión tiene profundas implicaciones para los agricultores, los consumidores y el medio ambiente.

La idea, que ya ha suscitado un acalorado debate, comienza con un cargo de 300 coronas danesas (unos 43 dólares estadounidenses) por tonelada de emisiones de dióxido de carbono, y aumentará gradualmente hasta 106 dólares estadounidenses en 2035. Para muchos, esta medida se considera una un paso audaz para abordar el cambio climático. Para otros, se trata de un intento drástico que podría perjudicar la economía agrícola y no producir los resultados esperados.

¿Qué es el “impuesto a los eructos”?

El llamado “impuesto Burch” es una forma de gravar las emisiones de metano provenientes de los eructos y las flatulencias del ganado. Sí, has leído bien: eructar. El metano es un gas de efecto invernadero mucho más potente que el dióxido de carbono, y la ganadería es responsable de una parte importante de estas emisiones.

Este cargo se aplicará directamente a los agricultores, quienes deberán pagar una cantidad proporcional a la cantidad de emisiones que genere el ganado en sus propiedades. Aunque la idea es reducir la huella de carbono de la agricultura, los críticos señalan que el impacto práctico puede ser mínimo, especialmente considerando el costo creciente que se trasladará al consumidor final.

Las justificaciones detrás de la medida

La principal justificación del impuesto es ambiental. Según los expertos, las emisiones agrícolas representan una proporción cada vez mayor de la contaminación climática en Dinamarca. Los partidarios del impuesto argumentan que es una forma de promover prácticas agrícolas más sostenibles y reducir la producción de gases contratados.

Sin embargo, el debate va más allá del impacto ambiental. Existe la preocupación de que, al imponer una carga a los agricultores, el gobierno esté desviando la atención de otras fuentes de emisiones, como el transporte y la calefacción doméstica. Después de todo, si el objetivo es contener el cambio climático, ¿por qué no gravar directamente a los consumidores u otros sectores más dañinos?

Crítica y política

Los agricultores daneses no están contentos. Argumentaron que la medida impone una carga desproporcionada sobre sus hombros, especialmente en comparación con otros sectores de la economía. Muchos también temen que el impuesto pueda aumentar los costos de producción y disminuir la competitividad internacional de la agricultura danesa.

Además, los críticos señalan que los impuestos pueden ser ineficaces para resolver el problema real. Los estudios muestran que el pastoreo de ganado puede tener un impacto positivo en el ciclo del carbono, lo que plantea dudas sobre la eficacia del enfoque simplista de gravar las emisiones aisladas.

Soluciones alternativas al problema.

Si la idea es reducir las emisiones sin asfixiar a los agricultores, ¿por qué no invertir en alternativas tecnológicas y prácticas más sostenibles? Existen iniciativas prometedoras, como aditivos alimentarios que reducen la producción de metano en el ganado, así como métodos de gestión del suelo que pueden compensar las emisiones.

Otros países, como Nueva Zelanda, han explorado soluciones colaborativas entre el gobierno y los agricultores en lugar de impuestos punitivos. Esto incluye subsidios para tecnologías sostenibles e incentivos para reducir las emisiones sin comprometer la producción agrícola.

El “Impuesto Burch” danés es una medida que, al mismo tiempo, provoca risas y reflexión. Por un lado, muestra el compromiso del país con la lucha contra el cambio climático. Por otro lado, plantea importantes cuestiones sobre la justicia económica, la eficacia medioambiental y el equilibrio entre la sostenibilidad y la supervivencia financiera de los agricultores.

Al final, la cuestión no es sólo acerca de eructar el ganado, sino de equilibrar las demandas urgentes de un planeta en crisis climática. con necesidades económicas y social de quienes producen los alimentos que llegan a nuestras mesas. ¿Ha encontrado Dinamarca la fórmula adecuada para este impuesto? ¿O simplemente nos reímos todos de un problema muy grave?

  • Reacción
  • Reacción
2 personas reaccionaron a esto.
Reaccionar al artículo
¡Regístrate!
notificar de
invitado
0 Comentários
Más viejo
Más reciente más votados
positivas
Ver todos los comentarios
Etiquetas
bruno teles

Hablo de tecnología, innovación, petróleo y gas. Actualizo diariamente sobre oportunidades en el mercado brasileño. Con más de 3.000 artículos publicados en CPG. ¿Sugerencia de agenda? Envíalo a brunotelesredator@gmail.com

Compartir entre aplicaciones
3
0
Nos encantaría tu opinión sobre este tema, ¡comenta!x