La pavimentación de la BR-319 podría causar daños irreversibles a la Amazonia, impactando el clima y las comunidades indígenas. Los investigadores señalan que el trabajo favorece la deforestación y el acaparamiento de tierras, además de cambiar el régimen de precipitaciones en Brasil.
Con la promesa de mejorar la infraestructura y facilitar el transporte entre los estados de Amazonas y Rondônia, el pavimentación de la BR-319 Parece una solución sencilla para muchos.
Sin embargo, Investigadores afirman que los daños causados por la obra podrían ser irreversibles.
El debate sobre el impacto ambiental ha ido ganando fuerza, especialmente ante los riesgos de una deforestación acelerada y sus consecuencias para el clima.
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El presidente Luiz Inácio Lula da Silva visitó recientemente la región y defendió la reanudación de la pavimentación de la carretera, asegurando que las obras no provocarían deforestación.
Lula afirmó que el gobierno tomará medidas para evitar la destrucción de bosques y el acaparamiento de tierras a lo largo de la carretera, algo común en zonas vulnerables de la Amazonía.
Sin embargo, Los expertos y las comunidades locales no están de acuerdo, señalando señales claras de que la destrucción ya está en marcha.
Los impactos ambientales ya son visibles
Según los ambientalistas, los avances en la BR-319 están provocando un aumento significativo del acaparamiento de tierras, la deforestación y la caza ilegal.
Pobladores de Tierras Indígenas (TI) cercanas a la carretera reportan que ya ven los daños, como el enterramiento de manantiales y la explotación predatoria de la madera.
Un vecino, que prefirió mantener el anonimato por temor a represalias, afirmó que las fuentes de 57 arroyos ya han sido destruidas debido a las obras.
El biólogo Lucas Ferrante, de la Universidad de São Paulo (USP) y de la Universidad Federal de Amazonas (UFAM), refuerza que El impacto de la pavimentación de la BR-319 ya ha afectado profundamente la forma de vida de las comunidades indígenas.
La destrucción del bosque no se limita a la carretera principal, sino que se extiende a los ramales: caminos más pequeños que conectan las ciudades con la BR-319, fomentando la invasión de tierras públicas por parte de acaparadores de tierras.
El cambio climático podría intensificarse
La devastación causada por la BR-319 también pone en riesgo el sistema de evapotranspiración de la selva amazónica, responsable de la formación de “ríos voladores”, grandes corrientes de vapor de agua que ayudan a mantener el régimen de precipitaciones en Brasil.
Ferrante advierte que, a largo plazo, La pavimentación de la carretera puede reducir hasta en un 70% las precipitaciones que abastecen las regiones Sur y Sudeste del país.
Esto podría provocar colapsos en el sistema Cantareira, que abastece a São Paulo, comprometiendo el suministro de agua para millones de personas.
Además, Los cambios en el ciclo hidrológico pueden aumentar las temperaturas e intensificar las olas de calor. en la región de Manaos y la Amazonía Central.
Según Ferrante, la destrucción del bosque también perjudica el transporte fluvial, fundamental para las comunidades amazónicas, ya que el enterramiento de arroyos impide el flujo natural de ríos como el Madeira.
Reanudación de obras intensifica la deforestación
Según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe), la deforestación en la zona BR-319 creció un 122% entre 2020 y 2022, coincidiendo con el anuncio de la reanudación de las obras por parte del gobierno de Jair Bolsonaro en 2020.
Ahora, bajo el gobierno de Lula, la pavimentación continúa avanzando, lo que alimenta los temores de que la situación empeore aún más.
La organización Observatório do Clima presentó una Acción Civil Pública (ACP) en enero de 2024, exigiendo la suspensión de la licencia previa emitida por el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama) en 2022.
La acción destaca que la licencia se concedió sin tener en cuenta datos técnicos ni análisis científicos que apuntaba a riesgos medioambientales.
En respuesta, se suspendió la licencia, pero continúan los trabajos en los tramos no pavimentados de la carretera.
BR-319 y los riesgos para las comunidades indígenas
La BR-319 pasa por 13 municipios, 28 unidades de conservación y 69 comunidades indígenas, incluidos pueblos aislados, según un estudio del Observatorio BR-319.
Para los críticos, La pavimentación amenaza directamente a estas poblaciones., lo que lleva a un aumento de la deforestación y los conflictos por la tierra.
Un indígena de la etnia Apurinã, que vive en las tierras de Igarapé São João y Tawamirim, denunció que su comunidad enfrenta intensas presiones de la ciudad de Tapauá para abrir nuevas carreteras que conectarían sus tierras con la BR-319.
También mencionó amenazas de muerte por denunciar delitos ambientales, destacando la tensión que las obras están generando en la región.
Sequía histórica en Amazonas y las controversias de la BR-319
El estado de Amazonas enfrenta una de las peores sequías de su historia, con comunidades aisladas y ríos secos.
Para el biólogo Lucas Ferrante, la pavimentación de la BR-319 no ayudará a los municipios más afectados, ya que muchos de ellos se encuentran alejados de la autopista y no se benefician directamente de ella.
El trabajo, según él, sólo empeora la situación al dañar el ciclo de la lluvia y el transporte fluvial, que es la principal forma de viaje en la Amazonía.
“La Amazonia tiene una geografía única y no puede ser tratada de la misma manera que otros estados brasileños”, dice Ferrante, reforzando que los ríos de la región son fundamentales para la economía local.
¿Un proyecto obsoleto?
Según Paulo Busse, abogado del Observatorio del Clima, la actual Proyecto BR-319 no cumple con los requisitos de protección ambiental.
Sugiere que se podría discutir un proyecto nuevo y actualizado que incluya el cuidado de los pueblos tradicionales y el ecosistema.
El proyecto de carretera original se creó en la década de 60, cuando las preocupaciones medioambientales eran prácticamente inexistentes.
Revisar esta propuesta desde una perspectiva más moderna es fundamental para equilibrar el progreso con la preservación de la Amazonía.
Hasta el momento, el gobierno federal no respondió a las preguntas sobre las declaraciones de Lula ni sobre la posibilidad de revisar el proyecto.