Imaginemos un escenario de puro dinamismo donde el sonido de las plumas y el ruido de las máquinas marcan la pauta de una industria que parece no tener límites. Mientras disfrutas de un jugoso filete de pollo, un verdadero imperio se mueve para abastecer hogares de todo el mundo.
Lejos de los focos de las capitales brasileñas, en el corazón del país, en Goiás, se ha levantado un gigante de la avicultura que sacrifica casi 500 mil pollos por día y está a punto de desafiar a los gigantes del mercado.
Según información del Canal Fatos Rurais, en Youtube, el viaje comienza con José Carlos Garrote de Souza, más conocido como Zé Garrote, que originalmente estaba destinado a seguir los pasos de su padre como dueño de una farmacia, pero encontró su camino en el mundo del pollo.
Fue entonces cuando su suegro, Carlos Vieira da Cunha, le pidió ayuda para administrar una finca en Itaberaí. En 1981, una emergencia sanitaria obligó a Carlos a dar un paso al costado, colocando a Zé Garrote en primera línea.
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El nacimiento de un imperio avícola
São Salvador Alimentos, propietaria de las marcas Súper Pollo y Boua, surgió en los años 1980 Con una producción inicial modesta, la empresa era una sociedad entre Zé Garrote y su suegro.
En ese momento, según el canal mencionado, la idea de sacrificar miles de pollos diariamente parecía lejana. Pero Zé, de sólo 21 años, no dudó en vender todo lo que poseía –incluidos su casa y su coche– para invertir en la finca.
La audaz decisión de Zé Garrote de vender sus activos fue el primer paso hacia un camino lleno de riesgos y desafíos. Creer en el potencial del negocio., transformó su determinación en una empresa que, con el tiempo, competiría en el mercado con gigantes del sector, como Perdigão y Sadia.
Estrategias innovadoras y crecimiento exponencial
São Salvador Alimentos tomó un camino innovador para ampliar sus horizontes. A diferencia de los grandes productores, la empresa se centró en suministrar productos a pequeños supermercados.
Según la estrategia comercial de Zé, una logística eficiente permitió a estos minoristas más pequeños recibir productos en cantidades más pequeñas y con tiempos de entrega más cortos, lo que permitió una mejor gestión de inventario.
Este enfoque dio lugar a precios más altos y márgenes de beneficio considerables, lo que atrajo la atención del mercado financiero. Mientras que el margen EBITDA de competidores como BRF se mantiene en torno al 10%, el de São Salvador supera consistentemente el 25%.
Innovación y adaptación en el mercado del pollo
Zé Garrote es más que un simple emprendedor. Según el canal, es visto como un visionario que adaptó constantemente su negocio a los cambios del mercado. A principios de la década de 1990, la empresa sacrificó alrededor de 2.500 aves por día.
Con el tiempo y la inversión continua, este número creció exponencialmente. Recientemente, São Salvador Alimentos inauguró un complejo productivo que permite el sacrificio de hasta 730 mil aves por día, un hito impresionante desde cualquier estándar global.
La segunda planta industrial en Nova Veneza, Goiás, emplea directamente 4 mil habitantes trabajadores y contrata otros 1.600 trabajadores subcontratados. Con la expansión, São Salvador Alimentos ahora opera en 14 estados brasileños y exportaciones a 75 países.
Un mercado en expansión y una mirada al futuro
La ambición de Zé Garrote no conoce límites. Recientemente expresó interés en hacer pública la empresa para atraer inversiones y continuar con la expansión. A pesar de no poder lanzar una oferta pública inicial (OPI) el año pasado, el empresario se mantiene optimista.
“La IPO no se trata sólo de dinero; se trata de preparar a la empresa para la flexibilidad del capital y el crecimiento continuo”, dijo en una entrevista reciente.
El legado de Zé Garrote
Incluso después de alejarse del puesto ejecutivo de la empresa, Zé Garrote sigue siendo un nombre fuerte dentro de São Salvador Alimentos. Actualmente forma parte de la junta directiva, mientras que su hijo, Hugo Perillo y Souza, lidera la operación como director general. La familia Garrote está muy arraigada en la gestión de la empresa, con dos hijas, Ana Cláudia y Ana Flávia, también involucradas en el negocio.
Para Zé Garrote, el legado es más que un negocio exitoso: es una visión compartida con su familia. “Cambié todos mis documentos. Si preguntas quién es José Carlos de Souza, nadie lo sabe”, bromea Zé, refiriéndose al nombre que adoptó legalmente, Garrote, y que ahora también figura en las cédulas de sus nietos.
El impacto económico y social
Además de ser una potencia en el sector avícola, São Salvador Alimentos tiene un impacto significativo en la economía local y nacional. Según un análisis de Carlos Cogo, consultor especializado en agronegocios, el sector agrícola en Brasil está experimentando un mercado interno en auge y un buen ritmo de exportaciones.
"La mayor demanda interna respalda los precios del pollo vivo, mientras que los insumos disminuyen, lo que alivia los costos de producción", dice Cogo.
La empresa goiás no sólo se destaca por su sacrificio masivo de aves, sino también por su innovación y continua inversión en tecnología. Mensualmente, la SSA invierte más de R$ 500 mil en tecnología, manteniéndose a la vanguardia en el competitivo mercado. En ese sentido, El empresario afirma que hay mucho margen de crecimiento. Sin embargo, destaca no tener prisa por hacerlo.