Raízen, el mayor productor de etanol y azúcar de Brasil, está vendiendo plantas renovables y activos no estratégicos en un paquete valorado en mil millones de reales.
Raízen, una empresa conjunta entre Cosan y Shell, ha generado cifras multimillonarias, pero ¿qué hay realmente detrás de sus recientes decisiones de vender? plantas renovable? La respuesta puede sorprenderle y va más allá de simples cuestiones financieras.
Con miles de millones en activos a la venta, el gigante del sector agrícola parece estar reevaluando sus prioridades y abriendo espacio para nuevos movimientos en el mercado de las energías renovables.
Según información del Periódico Valor Económico, raíz, el mayor productor de azúcar y etanol de Brasil, planea colocar en el mercado un paquete de plantas de generación distribuida, con un valor estimado de R $ 1 mil millones.
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Esta decisión se enmarca en una estrategia para reducir el endeudamiento de la compañía y concentrar esfuerzos en sus principales negocios.
El paquete incluye pequeñas plantas que utilizan fuentes renovables, como energía solar, pequeñas centrales hidroeléctricas (PCH) y biogás, activos que componen la división Poder Raizen, pero que no se consideran estratégicos para el grupo.
Además, Valor Económico, fuentes cercanas a la empresa revelaron que Raízen nunca tuvo la intención de operar directamente estos activos.
El objetivo es mantener el foco en la captación de clientes y la contratación de energías renovables a través de socios operativos.
Operaciones multimillonarias a lo largo de 2024
Durante el año, Raízen realizó otras ventas importantes. Uno de los aspectos más destacados fue la negociación de 40 plantas solares con Brasol, una empresa financiada por BlackRock e Siemens.
Esta cartera tenía capacidad de generar 157 MW e incluyó proyectos ubicados en el estado de São Paulo.
Otro hito fue la venta de 31 plantas solares para Élis Energia, controlada por el fondo Pátria Investimentos, por R $ 700 millones.
Aunque Raízen no ha revelado el valor de todas las operaciones, estas transacciones ilustran la búsqueda de la empresa por desapalancarse y optimizar su desempeño en el mercado.
La planta de Leme y el foco en el etanol de segunda generación
Además de plantas renovables, Raízen puso a la venta las Planta de azúcar y etanol de Leme, ubicado en el interior de São Paulo.
La unidad, adquirida a Biosev, tampoco está alineada con el plan estratégico de la empresa. Al no tener capacidad para producir etanol de segunda generación, el principal foco del grupo actualmente, la planta ya no es un activo estratégico.
Este movimiento confirma que la compañía busca centrar sus esfuerzos en tecnologías y operaciones alineadas con sus prioridades de largo plazo, como la producción de etanol de segunda generación, un biocombustible más eficiente y sostenible.
¿Estrategia de desinversión o reposicionamiento?
Aunque las ventas de activos indican la necesidad de reducir la deuda, los expertos destacan que la estrategia de Raízen también puede verse como un reposicionamiento en el mercado energético.
Según lo determinado por Valor Econômico, la empresa apuesta por asociaciones para operar plantas y mantener el suministro de energía renovable a los clientes sin necesidad de poseer toda la infraestructura.
la estrategia de “asset light” (negocio de activos ligeros) Ya lo utilizan varias empresas globales y permite una mayor flexibilidad operativa y un menor compromiso financiero.
¿Cómo responde el mercado?
Estos cambios ocurren en un momento desafiante para el sector de la bioenergía en Brasil, con fluctuaciones en los precios del azúcar y el etanol y una búsqueda constante de innovaciones tecnológicas.
Los inversores están muy atentos a los pasos de Raízen, que, pese a ser un gigante consolidado, está mostrando voluntad de reinventarse.
Unas ventas multimillonarias y una apuesta por la innovación pueden garantizar la competitividad de la empresa a largo plazo, pero también plantean dudas sobre los retos a los que se enfrenta actualmente.
¿Qué esperar de Raízen en el futuro?
Con los recursos obtenidos de las ventas, se espera que la empresa invierta aún más en proyectos sustentables y de alta tecnología, consolidando su liderazgo en el sector de energías limpias.
Pero, ¿esta estrategia de desinversión podría comprometer el futuro de Raízen o estamos viendo el nacimiento de un modelo de negocio más eficiente y rentable? ¡Deja tu opinión en los comentarios y únete a la discusión!