El XII Congreso Brasileño de Regulación, promovido por la Asociación Brasileña de Órganos de Regulación (ABAR), considerado el encuentro más importante del sector de regulación del país, tuvo lugar del 10 al 12 de noviembre, en Foz do Iguaçu (PR).
El evento reunió a las principales agencias reguladoras del país, concesionarias y prestadoras de servicios públicos para discutir los desafíos e inversiones en el área de infraestructura, el impacto en los estados y el uso de nuevos combustibles limpios.
En los últimos años, una serie de medidas y nuevas regulaciones han tenido un impacto directo en el desarrollo de políticas públicas e inversiones en Brasil, como la Nueva Ley de Gas. La Nueva Ley de Gas, promulgada en abril de este año y que propone una revisión del marco regulatorio del sector, ocupó un lugar destacado en la programación del XII Congreso Brasileño de Regulación
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Un panel especial discutió la Nueva Ley de Gas y su impacto en los estados, con la participación de representantes de la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP), la Asociación Brasileña de Distribuidoras de Gas por Canalización (Abegás), el Ministerio de Minas y Energía (MME) y la Secretaría de Infraestructura del Estado de São Paulo.
Expertos del sector debaten sobre la expansión y buenas prácticas del mercado del gas
Según el director de la ANP, Symone Araújo, “el sector del gas es superado solo por el saneamiento en términos de complejidad. Al mismo tiempo, estamos en proceso de apertura del mercado, con sucesivas reformas. Sin una integración efectiva entre la regulación de la Unión y la de los Estados, no alcanzaremos los objetivos establecidos en la Nueva Ley del Gas”. Aún según ella, es necesario un acercamiento continuo entre la agencia nacional y la ABAR, así como con los reguladores estatales, ya que eso permitirá comprender cómo entraron nuevos actores en este proceso de apertura del mercado.
Paula Campos, de VP Sudeste y directora de la Cámara Técnica de Petróleo y Gas (CTGás) de ABAR, recordó que la creación de un manual de buenas prácticas en el sector es un ejemplo de cómo ANP y ABAR están trabajando juntas para compartir información y referencias a otras agencias del país.
Debatiendo en la Cámara Técnica por más de 2 años, la Sra. Paula Campos también agregó que el objetivo de crear una política regulatoria propia es abrir el mercado y reducir costos. Actualmente, 15 estados brasileños tienen sus propios órganos reguladores, lo que demuestra el interés regional en su propia política regulatoria.
En opinión del director del Departamento de Gas Natural del MME, Sr. Aldo Barroso Cores Júnior, considera que “Este es un nuevo momento para el mercado del gas, porque antes teníamos un monopolio estatal. Ahora se está construyendo un nuevo modelo para permitir que el consumidor y el proveedor puedan negociar rápidamente el gas entre ellos, como si cambiaran de operador telefónico. Esto estaba a kilómetros de la realidad de antaño, pero aún queda por hacer una reforma estructural de toda la cadena, que permita que otros proveedores lleguen al mercado”.
Oportunidad sostenible: gas extraído del presal y biometano – conocido como “presal caipira”.
El estado de São Paulo fue pionero en Brasil en la distribución de gas por cañería al sector privado, en 1999. Recientemente, el contrato de concesión de Comgás fue prorrogado por otros 20 años, como forma de mantener la política de expansión de combustibles.
Según el secretario de Infraestructura del Gobierno de São Paulo, Marcos Penido, para reemplazar la matriz energética en el corto plazo, el gas es una gran alternativa para elevar el sector.
Además de los temas regulatorios y de infraestructura, el Congreso también contó con un panel con presentaciones de casos sobre el uso de biometano.
El biometano es una fuente de energía renovable que comienza a ser utilizada en Brasil y que reduce los costos de producción y, al mismo tiempo, los impactos negativos de los residuos en el medio ambiente. El combustible se puede generar como un subproducto de los ingenios de caña de azúcar y también a partir de desechos sólidos de animales como los cerdos.
En el interior de São Paulo, el biometano se denomina “caipira presal”, debido al enorme potencial de producción de biometano que puede generarse como subproducto de los ingenios de caña de azúcar, así como a partir de desechos sólidos animales, como porcinos.
En el corto plazo, según estimaciones de la Secretaría de Infraestructura del Gobierno de São Paulo, es posible generar 12,5 millones de m3/día de biometano. “La industria es el ancla del proceso, pero tenemos que llevar el gas al consumidor final. El momento de implementar la transición de la matriz económica es ahora”, enfatiza Marcos Penido.
