Vivir cerca de grandes aeropuertos puede resultar más peligroso de lo que se imagina. Los estudios indican que la exposición al ruido constante de los aviones se asocia con un aumento significativo en el riesgo de sufrir problemas cardíacos graves
Las personas que viven cerca de grandes aeropuertos enfrentan mayores riesgos de desarrollar problemas cardíacos graves debido a la exposición constante al ruido de aeronave.
Un estudio dirigido por investigadores de Colegio Universitario de Londres (UCL), publicado en el respetado Revista del Colegio Americano de Cardiología (JACC), reveló cómo el ruido constante puede alterar la estructura y función del corazón, especialmente durante la noche.
La investigación, que analizó a más de 3.600 personas en áreas adyacentes a los aeropuertos de Heathrow, Gatwick, Birmingham y Manchester, identificó cambios cardiovasculares graves, incluida rigidez muscular y reducción de la eficiencia cardíaca.
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El impacto fue más pronunciado entre los participantes expuestos a altos niveles de ruido durante la noche, cuando el descanso y el sueño suelen verse interrumpidos.
Problemas cardíacos relacionados con el aeropuerto
Los resultados muestran que el ruido excesivo de los aviones está directamente relacionado con cambios en la estructura del corazón.
Las personas que vivían en áreas con altos niveles de ruido tenían músculos cardíacos más gruesos y rígidos, lo que dificultaba la contracción y expansión necesarias para bombear sangre de manera eficiente.
Estos cambios aumentan las posibilidades de sufrir enfermedades cardíacas graves, como ataques cardíacos, arritmias e incluso accidentes cerebrovasculares.
La exposición nocturna al ruido fue identificada como el principal factor nocivo. Durante la noche, el cuerpo humano tiene una mayor necesidad de descanso, pero el ruido interfiere directamente con el sueño y aumenta los niveles de estrés.
Estudios anteriores ya habían relacionado la exposición al ruido con la hipertensión y la obesidad, pero esta investigación proporciona datos concretos sobre los cambios estructurales en el corazón.
El Dr. Cristian Topriceanu, del Instituto de Ciencias Cardiovasculares de la UCL, destacó que el impacto del ruido en el corazón es multifacético y afecta tanto a la salud física como mental. “Los resultados apuntan a una relación clara entre la exposición al ruido y los cambios cardíacos, incluso cuando se controlan otros factores de riesgo”, afirmó el investigador.
Los efectos del ruido nocturno
Uno de los hallazgos más preocupantes fue el impacto del ruido nocturno, que afecta directamente la calidad del sueño, fundamental para la recuperación del organismo.
Según la doctora Gaby Captur, cardióloga del Royal Free Hospital y autora principal del estudio, la interrupción del sueño estimula el sistema nervioso simpático, conocido por activar la respuesta “l”.uta o fuga".
Esto puede provocar picos de presión arterial, aumento de la liberación de la hormona del estrés (cortisol) y empeoramiento de la inflamación en el cuerpo.
"Aunque nuestro estudio es observacional y no demuestra causalidad, refuerza un creciente conjunto de evidencia sobre el impacto dañino del ruido en la salud humana. Los cambios que observamos en el corazón son consistentes con problemas que aumentan el riesgo de eventos graves como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.”, explicó el doctor Captur.
La profesora Anna Hansell, de la Universidad de Leicester, que también participó en el estudio, llamó la atención sobre la importancia de abordar el ruido nocturno de los aviones como un problema de salud pública.
"Las anomalías cardíacas asociadas al ruido pueden tener efectos duraderos y poner en riesgo a millones de personas. El sueño interrumpido, combinado con altos niveles de ruido, es uno de los principales factores que empeoran la salud cardiovascular”, Resaltó.
Datos de exposición alarmantes
Según el estudio, alrededor del 8% de los participantes vivía en zonas con altos niveles de ruido durante el día, mientras que el 3% se enfrentaba al mismo problema durante la noche.
Para medir los niveles de ruido, los investigadores utilizaron datos de la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido, que considera que cualquier exposición superior a 50 decibeles durante el día y 45 decibeles durante la noche es ruido elevado.
Estos valores están por encima de los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere niveles máximos de 45 decibelios durante el día y 40 decibeles durante la noche.
El impacto en la salud, sin embargo, no se limita a quienes viven cerca de los aeropuertos. Los investigadores también analizaron una muestra más grande de más de 21 personas para investigar cómo anomalías cardíacas similares a las encontradas en el estudio podrían aumentar el riesgo de eventos graves.
Concluyeron que las personas con estos cambios pueden tener hasta cuatro veces más probabilidades de sufrir ataques cardíacos, arritmias graves o accidentes cerebrovasculares.
Estudios anteriores, realizados por la Universidad de Leicester, estimaron que el 5% de la población adulta en Inglaterra está expuesta a niveles de ruido superiores al límite recomendado. Esto equivale a que millones de personas vivan en condiciones que pueden perjudicar gravemente su salud a largo plazo.
Ruido, estrés y salud cardiovascular
El impacto del ruido va más allá de las alteraciones del sueño. Los ruidos constantes e impredecibles, como los de los aviones, desencadenan respuestas de estrés crónico que afectan a todo el cuerpo. La sobreactivación del sistema nervioso simpático no sólo aumenta la presión arterial, sino que también contribuye a la inflamación, el aumento de peso y la aterosclerosis (la acumulación de placas de grasa en las arterias, un factor clave en las enfermedades cardiovasculares).
Alrededor del 25% al 50% del vínculo entre el ruido de los aviones y los problemas cardíacos se puede atribuir al aumento del índice de masa corporal (IMC) entre los participantes expuestos, mientras que hasta el 36% está relacionado con la presión arterial alta.
Estos factores, combinados con la falta de sueño, pintan un panorama preocupante para quienes viven cerca de aeropuertos concurridos.
Además, el ruido de los aviones se considera más molesto que el de las autopistas o los ferrocarriles debido a su imprevisibilidad y su intensidad variable. Esta característica dificulta la adaptación del organismo y amplifica los efectos negativos sobre la salud.
Convocatoria de acciones concretas
Los autores del estudio enfatizaron la necesidad de tomar medidas inmediatas para reducir los niveles de ruido en las zonas residenciales cercanas a los aeropuertos.
El Dr. Captur reforzó que los esfuerzos conjuntos entre los gobiernos y la industria de la aviación son esenciales para mitigar los impactos del ruido. “Millones de personas están expuestas a riesgos de salud innecesarios. Necesitamos políticas públicas más efectivas para limitar la exposición al ruido y proteger la calidad de vida en estas comunidades”, advirtió.
El profesor James Leiper, de la Fundación Británica del Corazón, elogió la investigación por arrojar luz sobre un problema poco debatido. “La mayoría de nosotros asociamos los aviones con los viajes y el ocio, pero para quienes viven cerca de los principales aeropuertos, el impacto en la salud puede ser devastador. Este estudio es un recordatorio importante de que el ruido puede ser tan dañino como otras formas de contaminación.", Él afirmó.