Durante el viaje de Lula a Buenos Aires, los gobiernos de Brasil y Argentina firmarán un acuerdo para financiar las exportaciones brasileñas en operaciones con garantías del país vecino y con liquidez internacional, para reactivar el comercio entre estos dos países, dijo a Reuters, una fuente de la gobierno brasileño que participó en las negociaciones.
Este acuerdo prevé la apertura de créditos de bancos brasileños a importadores argentinos y la creación de planes de fondos por parte del gobierno brasileño para garantizar el pago de los préstamos.
Según la fuente, en esta operación, el banco pagará directamente al exportador brasileño, con la garantía del Tesoro Nacional, sin embargo, Brasil recibirá el mismo monto de Argentina, depositado en Nueva York, con títulos de liquidez internacional.
“Podrían ser bonos chinos, podrían ser contratos de compra y gas, trigo. Algo con liquidez internacional que garantice que, en caso de impago del importador argentino, Brasil pueda acceder a él para compensar ese impago”, dijo la fuente.
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El acuerdo también prevé la garantía de que las empresas en Brasil podrán retirar fondos de Argentina sin ninguna dificultad. Sin divisas, el país ha controlado la salida de fondos de otras empresas extranjeras, lo que ya no debería ocurrir con las empresas brasileñas.
Además de todo esto, este acuerdo también prevé la organización de un grupo de trabajo para la creación, en el mediano e incluso largo plazo, de una cuenta de compensación única para América del Sur y en la misma línea que la negociada ahora con Argentina, pero aún más sistematizado y con una gobernanza que autorice el acceso del país a los recursos, si cumple con ciertas reglas, como la inflación de un dígito y no estar en mora.
moneda única
El gobierno brasileño debería pedir que el memorándum sobre integración financiera, que será firmado este lunes, en Buenos Aires, por el presidente Lula y el argentino Alberto Fernández, incluya un extracto que deje claro que las discusiones sobre unidades financieras comunes entre los dos países no ser una moneda única.
La nueva unidad, que podrá llamarse Sur, se utilizará para transacciones financieras y comerciales de ambos países, y no para reemplazar el real brasileño o el peso argentino.
El objetivo de Brasil con este pedido explícito en este acuerdo es calmar el ruido causado por la noticia de la posibilidad de crear una moneda sudamericana común, es decir, aclarar que el Sur no reemplazará a ningún tipo de moneda.
“Nos estamos devanando los sesos para encontrar una solución, algo en común que nos permita aumentar el comercio. Argentina es uno de los países que compra manufacturas a Brasil y nuestras exportaciones a Brasil están cayendo. Se trata de superar sus dificultades, estamos pensando en varias posibilidades”, explicó Haddad.