El inesperado fracaso del submarino nuclear chino, que se hundió misteriosamente, retrasa los ambiciosos planes de Pekín para consolidar su posición como una de las mayores potencias navales del mundo.
La marina china se enfrenta a un duro golpe a sus ambiciones de consolidarse como una de las mayores potencias navales del mundo. El último submarino nuclear de China se hundió a finales de la primavera en un astillero en las afueras de Wuhan.
Este incidente del submarino nuclear chino, ocurrido entre finales de mayo y principios de junio, fue mantenido en secreto por el Partido Comunista Chino, según el Wall Street Journal. El hecho de que el submarino esté equipado con combustible nuclear es una posibilidad muy probable, según los expertos consultados por el diario.
El desarrollo de submarinos nucleares es uno de los sectores más complejos y estratégicos del escenario militar naval.
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Aunque China ha invertido miles de millones de euros en los últimos años para reducir la brecha tecnológica entre su marina y la de Estados Unidos, el hundimiento de este submarino revela las dificultades a las que se enfrenta Pekín.
Actualmente, EE.UU. todavía mantiene una ventaja considerable en este campo, algo que China está intentando revertir a medida que la situación política en Taiwán empeora.
El Pentágono considera que China es el principal desafío a largo plazo, especialmente dada la postura cada vez más asertiva del país asiático hacia Taiwán.
Una de las señales más evidentes de este cambio es el crecimiento acelerado de la flota naval china, que busca alcanzar la superioridad marítima en un posible enfrentamiento con Estados Unidos y sus aliados en el Estrecho de Taiwán.
El cambio de enfoque de la marina china
Durante décadas, el Ejército Popular de Liberación, nombre oficial de las Fuerzas Armadas chinas, ha priorizado el desarrollo del ejército y la fuerza aérea para proteger su vasto territorio. Sin embargo, con el crecimiento económico del país, China comenzó a ampliar sus horizontes, invirtiendo en la modernización de la marina y aumentando su capacidad naval más allá de sus fronteras.
En 2023, la capacidad de China para producir buques de guerra era unas 200 veces mayor que la de Estados Unidos, según información de los servicios navales estadounidenses.
Para lograr estas impresionantes cifras, el gobierno chino diversificó sus astilleros, trasladando parte de la producción de submarinos nucleares de Huludao al astillero Wuchang en Wuhan como parte de una estrategia más amplia para hacer crecer rápidamente su flota.
Según informes del Pentágono, a finales de 2022, China contaba con 48 submarinos de ataque y seis submarinos nucleares en su flota, con el objetivo de lograr la superioridad naval en un eventual enfrentamiento a través del Estrecho de Taiwán.
El submarino clase Zhou
El submarino que se hundió formaba parte de la nueva Clase Zhou, un modelo reciente de submarinos nucleares chinos. Las imágenes de satélite capturadas antes del incidente muestran al barco en un muelle, en las etapas finales de preparación, justo antes de su botadura a finales de mayo.
A principios de junio, sin embargo, las mismas imágenes muestran grúas flotantes intentando rescatar algo del fondo del río Yangtze, lo que indica hundimiento.
Los expertos creen que el incidente podría retrasar significativamente los planes de China de ampliar su flota nuclear. Brent Sadler, investigador de la Heritage Foundation y ex oficial de submarinos nucleares estadounidenses, destacó la gravedad del evento y dijo que ciertamente comprometerá los esfuerzos chinos en el corto plazo. Sin embargo, China tiene ejemplos históricos de cómo afrontar este tipo de fracasos.
No fue sólo el submarino nuclear chino
El hundimiento de submarinos durante el desarrollo de una flota no es nada nuevo. Estados Unidos enfrentó un incidente similar en 1969 cuando el submarino nuclear USS Guitarro se hundió frente a California durante su construcción. Al igual que el submarino chino, el Guitarro fue rescatado, renovado y, 32 meses después, lanzado al mar.
Si bien el caso estadounidense demuestra que es posible recuperar un submarino después de un accidente de esta magnitud, el episodio chino pone de relieve las complejidades y riesgos que implica el avance de la tecnología militar naval.
Para China, el incidente ciertamente representa un obstáculo en sus planes de rivalizar con la superioridad naval estadounidense, pero no es un desafío insuperable. Los próximos pasos serán cruciales para determinar el impacto real de este evento en los esfuerzos militares y estratégicos de Beijing.