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Egipto está transformando el desierto occidental con un proyecto sin precedentes: el río artificial más grande del mundo. Situado al suroeste de El Cairo, la construcción de este colosal proyecto tiene como objetivo convertir 6.000 km² de árido desierto en una vasta zona agrícola para 2025, y 12.000 km² para 2030.
Imagínese estar perdido en el caluroso desierto egipcio, sediento y al borde de la muerte. De repente, ves algo verde en el horizonte: un oasis del tamaño de un país. Este es el escenario en el que se encuentra Egipto creando con la construcción del río artificial más grande del mundo.
El proyecto, de proporciones épicas, transformará casi 6.000 km² de desierto en una gigantesca granja. Esta área incluirá cientos de kilómetros de nuevas carreteras, zonas residenciales, dos centrales eléctricas, la planta de tratamiento de aguas residuales más grande del mundo y el río artificial más grande del mundo. Está previsto que la primera fase de construcción esté terminada en 2025, mientras que la segunda fase, que duplicará la superficie recuperada a 12.000 km², estará terminada en 2030.
Pero ¿por qué Egipto invierte miles de millones de dólares en la construcción de este proyecto si tiene el magnífico río Nilo?
La respuesta está en la grave crisis hídrica que enfrenta el país. Con una población que se espera alcance los 115 millones de personas en 2024, Egipto simplemente no tiene suficiente agua para sostener su crecimiento y mantener su tierra fértil.
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La escasez de agua se ve agravada por la presa Renaissance, construida por Etiopía, que ralentiza el flujo del río Nilo. Además, Egipto se enfrenta al cambio climático y a una creciente desertificación, y en realidad sólo se utiliza el 5% de su tierra cultivable debido a la falta de agua.
El sector agrícola es crucial para la economía egipcia: contribuye con el 14% del PIB y emplea al 28% de la fuerza laboral.
La construcción del Proyecto Nuevo Delta es vital ya que permitirá a 5 millones de familias mantener una fuente estable de ingresos, además de crear empleos para más de 20.000 nuevos graduados en diversas áreas relacionadas con el proyecto.
Contrariamente a muchas expectativas, el Proyecto Novo Delta no utilizará agua del río Nilo para riego. Egipto está invirtiendo en el reciclaje de aguas residuales en una nueva instalación llamada Planta de Tratamiento de Agua AL Hamam, que proporcionará hasta 7,5 millones de metros cúbicos de agua por día. La conexión con el río Nilo sólo se utilizará en casos de emergencia, como un posible colapso de la presa Renaissance.
El río artificial de 114 kilómetros de longitud será alimentado por depuradoras y embalses subterráneos
La construcción incluye canales abiertos, tuberías subterráneas, estaciones de bombeo y puentes, así como áreas residenciales y comerciales a lo largo del río. La planta depuradora de aguas residuales de AL Hamam será la más grande del mundo, con capacidad para tratar millones de metros cúbicos de agua diarios. Los embalses subterráneos en el desierto occidental proporcionarán agua adicional para el proyecto.
Con su finalización prevista para 2030, se espera que Egipto vuelva a convertirse en un importante exportador de alimentos. Las empresas multinacionales ya están invirtiendo en el proyecto, que se está llevando a cabo a un costo mucho menor en comparación con proyectos similares en otros países, debido a los menores costos de mano de obra y materiales en Egipto.
La construcción de este proyecto está en pleno apogeo, a tiempo y dentro del presupuesto.
E promete transformar radicalmente el paisaje y la economía del país, proporcionando una solución sostenible a la crisis del agua en Egipto. Este megaproyecto destaca la capacidad de Egipto para innovar y enfrentar desafíos monumentales. Con una planificación cuidadosa y un uso eficiente de los recursos, el país está creando un oasis en el desierto, garantizando un futuro más seguro y próspero para millones de sus ciudadanos.
